Capítulo 15

1.9K 280 83
                                    

PRESENTE 5

Pauso el relato para ir a la cocina. Después del desayuno he quedado un poco fatigada, pero nada que algo de medicina no pueda solucionar. Lo malo es que Matías ha vuelto a enfocarse en su juego, así que tendré que trabajar con más ahínco.

Martina no se despega de mí y aún mientras bajo la medicina con agua insiste que le siga contando.

—Sí, sí. Ya voy.

Ella levanta la mano en gesto de que me detenga.

—Hablando del rey de Roma, mira quién se asoma —dice al levantar mi celular que había dejado en el mostrador.

La pantalla se ilumina con un hilo de mensajes de texto procedentes de mi contacto llamado «Marido Escurridizo». Él y yo hacemos competencia a ver quién trabaja más, pero en su trabajo tiene que viajar a cada rato. Y cuando está aquí con nosotros yo siento como si se me escapara entre las manos.

Quizás es el hecho de que llevamos unas vidas poco ortodoxas por lo que aún me siento como una adolescente enamorada. Con solo un mensaje de texto es capaz de hacer que mi corazón se acelere.

Bueno, y que a veces él envía unos textos que suben la temperatura y no quiero que nuestra hija vea nada de eso.

Abro los mensajes y consigo todo un spam.

Marido Escurridizo
¿Qué hacen?
Los extraño.
Estoy aburrido.
¿Qué tienes puesto?
¿Por qué no te lo quitas?

Me ahogo en aire.

Yo
Te salvaste de que Martina no viera esto por un pelo de iguana calva.

Al instante, los tres puntos aparecen en la pantalla indicando que está escribiendo.

Marido Escurridizo
Aja pero, ¿qué llevas puesto, pues?

Yo
Voy a contestar tu otra pregunta.
Le estoy contando a los chamos como fue que nos enamoramos.

Marido Escurridizo
Miarma, ¿y eso pa' qué?

Yo
A Martina le pidieron escribir un cuento en el colegio.

Marido Escurridizo
Ahhhh. Bueno, no me hagas ver como un villano, ¿okay?

Yo
Muy tarde.

Me río por lo bajito.

Marido Escurridizo
Ve que vuelvo dentro de unos pocos días. No me hagas tener que contarles toda la historia desde mi punto de vista.

Yo
Entonces te vas a tener que apurar en volver.

Puede sonar en broma, pero la verdad es que lo extraño con cada fibra de mi ser. Suspiro y me enfoco en Martina otra vez.

—¿Dónde quedamos?

—En el curso.

—Ah, sí —murmuro a la vez que mi mente comienza a viajar en el tiempo—. Bueno, lo que pasó al día siguiente fue muy raro.

 Bueno, lo que pasó al día siguiente fue muy raro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando éramos felices y no lo sabíamos (Nostalgia #1)Where stories live. Discover now