Capítulo 12

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PASADO 11

Las opciones fueron un bikini con estampado de palmeras, bonito pero no de marca y con un sostén poco confiable, o un traje de baño de una pieza azul pero de marca. Al final escogí el segundo porque aunque ciertamente cubre todo adelante, me deja la espalda totalmente al descubierto. Me recuerda al consejo de Valentina de mostrar un poco pero no todo a la vez.

Excepto que ahora, bajo una sombrilla al lado de la piscina, lamento la elección. Todas las demás chamas se pusieron bikini y los muchachos no disimulan. Si se las bucearan más se van a poder sacar certificación.

Lo bueno es que como ellos están distraídos con las demás, no se dan cuenta de cómo yo me los buceo de regreso. Y sobretodo a Javi. Tiene unos chores de los que llegan a la rodilla y cuando estaban secos eran bastante anchos, pero después de que se metió a la piscina muestran unos buenos muslos. Y también tiene buenos brazos. Y buen pecho. Aunque no tiene cuadritos en el estómago, se ve que se cuida.

—¿A cuál te estáis buceando? —pregunta Erika detrás de mí mientras me pone bloqueador solar en la espalda.

—¿Yo? A nadie. —Si me cree se va a volver creyón.

—Siempre que no sea a Tomás, no hay peo.

Ah, con que eso era lo que tenía su atención, Tomás y el chance de que me lo estuviera buceando a él.

Lo bueno es que como está tan preocupada con su Tomás, como que ni cuenta se ha dado de que me babeo por Javi. Y mejor que la cosa siga así.

—Yo sé que estáis empepadísima con Tomás y todo eso pero, ¿quién los invitó?

Porque si fuera Tomás solo no habría gran rollo. Es medio odioso pero casi no habla y nunca me ha insultado. Desafortunadamente, dónde está Tomás también está Andrea, y ella vino con un bikini rojo que tiene a todos los chamos al borde de una emergencia médica. Peor aún, Anderson también está aquí.

Erika me da una palmada en la espalda y nos cambiamos de rol.

—Yo no tengo la culpa —dice ella mientras le aplico el bloqueador—, o no directamente. Vi que Dimas se lleva bien con Tomás, así que se lo insinué sutilmente y voila.

—Lo único que me quedó de todo eso es que sí tenéis la culpa.

—Pero no directamente —oigo la sonrisa en su voz.

—Guarever. —Hago una pausa para pelearme con la botella del bloqueador para que salga lo último que queda de la crema y terminar el trabajo—. Siempre que Andrea ni me mire vamos bien.

—La pregunta es por qué coño ella siempre está encima de Tomás —gime y sacude los hombros como una niña malcriada. Yo se los agarro para que se deje de mover y finalmente termino de embadurnarla de bloqueador.

—¿No y que ella es su novia, pues? —comento sin gran importancia mientras me restriego el exceso de crema por mis manos y brazos.

—Resulta que no. —Erika lanza una mirada furtiva alrededor pero la mayoría de la gente está en la piscina—. Fueron al mismo colegio así que ya se conocían...

—Eso lo sabe todo el mundo desde el primer día. —Fue muy fácil de deducir según como se presentaron cada uno.

—Pero solo son amigos —remata, sus ojos brillando de la emoción.

—¿Según quién?

—Anderson.

—Uy, ¿vos habláis con el malasangroso ese? —Arrugo la cara en expresión de asco.

Con la maleta llena de sueños (Nostalgia #2)Where stories live. Discover now