Capítulo treinta y ocho | VO

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Charles anotó mentalmente que necesitaría usar alguna de las habitaciones vacías como sala de reuniones fija, porque el comedor estaba siendo ocupado por la familia de Anna y su oficina era muy pequeña para esparcir los papeles sobre el escritorio de forma más organizada, por lo que los tres terminaron acomodando una amplia mesa y tres sillas en el gran salón. Anna fue a la cocina a preparar té mientras Charles y Gray sacaban todos los papeles de la oficina.

―Aquí tienen, caballeros ―anunció ella, depositando la bandeja en un pequeño espacio libre del papeleo. Llenó las tazas con el té y se las entregó en las manos.

Charles sopló el líquido caliente antes de darle el primer sorbo. El calor de la bebida se instaló maravillosamente en cada parte de su cuerpo, protegiéndolo del frío.

Gray dejó el té a un lado mientras revisaba los papeles.

―¿Dónde demonios la dejé? ―gruñó, dándole un golpe a la mesa con el puño.

Charles pone los ojos en blanco. Anna se acomoda junto a él, tomando con delicadeza la taza de té entre sus delgados dedos.

―Tal vez debí traer galletas para acompañar el té ―musita antes de dar el primer sorbo.

―Ah, aquí está ―masculló Gray, colocando el papel frente a Anna.

Era una fotografía de Carter.

―¿Qué? ―gruñó ella a la defensiva.

―Solo confírmame que sea él.

―Lo es.

―Bien.

Anna esperaba que él retirara la fotografía después de habérselo confirmado. Sin embargo, la mantuvo allí.

―Bueno, de acuerdo. Es él ¿Eso qué?

―¿Notas algo en esa fotografía?

Exasperada, mantuvo la vista fija en la misma. Carter estaba sonriendo hacia la cámara. Tenía el cabello despeinado y los ojos húmedos, algo que solía sucederle después de reír. Casi parecía que había llorado. Era una de las rarezas en él que tiempo atrás ella adoraba. En el fondo había un pequeño taller.

―Son los pits ―dijo ella―. Es mi lugar, donde dejaba mi auto. Pero no lo comprendo ¿qué tiene que ver? A él le encantaba tomarse fotografías en cualquier parte del autódromo. Creí que le gustaba todo eso tanto como a mí.

―¿Sabes que esa fotografía fue tomada con tu teléfono?

―Vaya, alguna vez en tu vida si tuviste un teléfono ―se burló Charles.

Anna le lanzó una mirada divertida.

―Carter lo usaba más que yo. Básicamente se lo regalé. Solo lo tenía por el trabajo. La mayor parte del tiempo, él lo utilizaba como cámara ―frunció un poco el ceño―. Realmente no sé hacia donde quieres ir.

―A este chico parecía obsesionarle en serio los pits. Se encontraron muchas fotos así ¿No te parece eso sospechoso?

―Carter era muy extraño. No te fijas tanto en esas cosas cuando estás enamorada.

Anna observó a Charles moviéndose en el asiento. Tal vez su comentario lo ha incomodado. Después de todo, a ningún hombre le gusta escuchar a su pareja hablando de tal forma acerca de su ex.

Gray continuó hablando para aliviar la pequeña tensión en el ambiente.

―Seré tan sincero como pueda. No tengo una puta idea del papel que juega ese hombre en toda esta historia.

Un príncipe en apuros (PARTE 1 Y 2) - SLC | YA EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now