Capítulo veintidós | VO

306K 21.3K 4K
                                    

A Anna le costaba creer que ya había pasado un mes desde la ceremonia de regencia de Charles frente al Parlamento. Y le costaba aún más creer que siguieran juntos, porque seguía sin poder nombrar el tipo de relación que ellos mantenían, a pesar de que Charles continuaba presentándola ante todos como su novia ¿Pero lo era? Nunca se lo había pedido. La primera vez que la llamó así estaba frente a su odioso primo, por lo que supuso que solo lo había mencionado para molestarlo, pero en el hospital, después de su desmayo también la presentó ante el doctor como su novia.

¿Por qué lo hacía? Dudaba que Charles conociera realmente el significado de la palabra novia. De todos modos ella solo se quedaba callada y sonreía, afirmando silenciosamente aquella farsa. Charles Queen no sabía lo que era un noviazgo. Era más sencillo pensar que para él ella era solo la mujer decentemente atractiva con quien podría follar las veces que quisiera.

Pero él le había confesado que se sentía atraído hacia ella. ¿Para él que sería «me gustas»? Tal vez es solo una confusión de términos, su manera de decir «Me gusta tener sexo contigo, porque estás cerca y no debo salir del palacio».

Soltó un gruñido de frustración, olvidando por completo que lo tenía en frente, sentado al otro lado del escritorio de su padre leyendo un montón de papeles.

Sus ojos azules brillantes la miraron desconcertado, y Anna tuvo que contener el aliento durante unos segundos para no gritar. Maldito Charles, eres tan guapo...

―¿Sucede algo? ―preguntó.

A Anna le pareció que su completa perplejidad lucía adorable en él.

Alzó los papeles que descansaban sobre sus piernas para salir del apuro.

―Lectura insolente ―se burló.

Charles le obsequió media sonrisa. Se le veía cansado.

―No tienes que leerlo.

―Estoy uniéndome a tu causa, malagradecido.

Él entreabrió la boca para soltar una ruidosa carcajada.

―¿De qué va tu lectura? ―le preguntó.

―Las obligaciones que tienes como regente.

―Tuvimos esa charla ya, ¿no es así?

―Aquí está escrito a detalle.

Charles dejó la pluma sobre el escritorio, cruzando las manos sobre el mismo mientras la miraba.

―¿Algo que te llamara la atención?

Ella sacudió los hombros despreocupadamente.

―Nada que valga la pena mencionar ―respondió―. ¿Qué hay de ti?

Charles dio un salto en el asiento mientras rebuscaba en el montón de papeles esparcidos en el escritorio.

―Es una propuesta firmada por mi padre días antes de la regencia, así que mi único trabajo es enterarme de qué va ―extendió un par de papeles hacia ella. Anna se levantó del asiento para recibirlo, poniendo en acción aquel par de piernas largas y delicadas―. Creo que te gustará.

Anna no se molestó en leer.

―Hazme un resumen ―volvió al asiento.

Charles entrecerró los ojos.

―¿Alguna vez me respetarás?

―Siempre lo hago.

―¿Por qué me das órdenes como si fueras mi jefa, entonces?

Un príncipe en apuros (PARTE 1 Y 2) - SLC | YA EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now