Capítulo 36 | Borrador SP

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Los primeros en irse fueron su padre, Tessie y las gemelas

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Los primeros en irse fueron su padre, Tessie y las gemelas. La fiesta culminó dos horas más tarde, y Charles alcanzó a ver en su teléfono que eran las tres de la madrugada antes de quedarse dormido sobre una de las sillas. Al otro lado del salón, Anna se detuvo frente a la mesa de comida para servirse otro poco de la deliciosa carne asada con patatas horneadas.

La voz de Alice le impidió dar el primer mordisco.

―Carnívora, creo que es hora de que lleves a tu prometido a la cama.

No comprendió a que se refería hasta que siguió la mirada de su hermana.

―Oh ―musitó, frunciendo el ceño―. No me percaté del momento en que se quedó dormido.

―Lo habrías hecho si no estuvieras tan concentrada en comer ―Alice la miró fijamente, consciente de que su hermana tenía la vista fija en él―. Quiero hablar contigo.

―¿Y no es lo que hacemos? ―se burló ella, volteando hacia su hermana mayor.

―Pero quiero hablarte de algo serio.

―Bien, te escucho.

Alice meditó las palabras que utilizaría mediante unos segundos de silencio.

―Estoy preocupada ―dijo finalmente―. Yo me conozco tu apetito y todo lo demás, pero aun así se me hace un poco...exagerado ¿No crees?

Anna puso los ojos en blanco.

―Por favor, Alice. Dime que no estás pensando que estoy embarazada.

―¡Razona conmigo! ―chilló y al instante hizo silencio para no llamar la atención―. Tu apetito... Mira, Anna. No es solo el apetito. Dios, escucha. Yo he visto cosas en ti... Yo...

Alice se mantuvo callada durante un instante, permaneciendo de pie frente a ella, mirándola fijo.

―Quiero exponerte mi punto de vista, pero no sé cómo. Siento que las palabras no saldrán nunca de mi boca ―suspiró―. Nana, no estoy preocupada porque puedas estar embarazada, es lo que eso puede significar. Recuerda que hace poco estuviste bajo un tratamiento médico. Eso podría...

―Alice ―ella le obsequió una sonrisa tranquilizadora―. Me hicieron diferentes estudios cuando tuve el accidente. Sucedió lo mismo el día de la gala ¿A caso el médico les dijo que estaba embarazada?

Anna respondió su propia pregunta con un no antes de que ella pudiese hablar.

―Todo tiene una explicación ―continuó―. Mira, no trabajo ni tengo obligaciones de ningún tipo, así que ocupo mi tiempo comiendo. Es todo.

Ella meditó sus propias palabras.

―Qué horror, soy una mantenida ―agitó la cabeza―. Le pediré un empleo a Charles. Dios, qué horrible. Dejé que me convirtiera en una perra mantenida.

Un príncipe en apuros (PARTE 1 Y 2) - SLC | YA EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora