★ (IN)HOOMAN ★ [BILOGÍA COMPLETA]

24. DEFENSA

Despierto de la siesta casi a las cinco de la tarde, la alarma del teléfono está puesta para las siete y creo que dejaré que Vanesa siga durmiendo hasta ese horario. A decir verdad, creo que no he descansado mucho. Me costó conciliar el sueño. Estoy cansada, pero el estrés es mayor que el agotamiento.

Fuera ya es de noche. Por la ventana no se ve más que el cielo oscuro y la luz en ventanas de otros edificios. Me quito las mantas de encima y contengo un escalofrío. La temperatura bajó mucho entre el mediodía y el atardecer, una brisa helada se cuela en la habitación por la pequeña hendija que dejamos abierta.

Con cuidado de no hacer ruido, me levanto y voy hacia el ropero para colocarme un sweater y pantalones cómodos. Tomo también un par de calcetines y chanclas, que cargo en mis manos rumbo a mi oficina improvisada. Sin encender las luces, busco mis lentes y enciendo la portátil. Veo de inmediato el correo electrónico de Richie, pero no lo leo todavía.

Como sé que debo esperar por Myre para leer y subir el post, primero voy a redes sociales y al club de fans para ver cómo va el asunto. Muchas personas están pidiendo que nosotros salgamos a negar la acusación y se preguntan por qué no lo hicimos todavía. Julia, justamente, es quien responde en el foro de convesación que la artista estuvo en un concierto la noche previa y que es posible que todavía no se haya enterado, que tengamos paciencia. Sonrío porque me alegra saber que mi única amiga online es una fan coherente. Su inglés es imperfecto y algunos verbos están mal conjugados, pero el mensaje se entiende bien.

Un poco más relajada, voy a mi propia sesión del correo electrónico personal y reviso aprisa los mensajes. Llevo mucho tiempo sin revisar, así que la casilla me recibe con casi cuatro mil mensajes, de los cuales casi el noventa por ciento son puro spam de tiendas que me gustan.

Mientras borro las publicidades y el spam, me desuscribo de todas las listas de correo para que esto no ocurra nunca más. Bloqueo un montón de casillas falsas y, en no más de quince minutos, tengo limpia la bandeja de entrada con tan solo quince mensajes que podrían ser importantes. Dos de ellos, justamente, son de Julia.

El más antiguo me pregunta si estoy bien porque llevo mucho tiempo sin conectarme. Tiene solo algunos párrafos y me llenan de culpa. El que envió la semana pasada es una mezcla de enfado y alegría, se dio cuenta de que la secretaria nueva de Myre soy yo.

Julia me felicita por el puesto, llena de envidia. Dice que entiende que el entrenamiento para el puesto, la mudanza, mis estudios y la vida agitada de nuestra ídola seguro me tienen offline y que supone que me han pedido no involucrarme con el club de fans, pero que quisiera seguir en contacto como amigas.

Le respondo aprisa que tengo un montón para contarle y que espero pronto poder escribirle un mensaje de como quince páginas con todo lo que ha ocurrido entre el concierto al que asistí en Albany y ahora. Admito que el tiempo se me escurre y que es complicado hallar ratos libres, por eso ni había abierto mis cuentas personales hasta hoy. Le aseguro que la aprecio mucho y prometo que intentaré que Myre me permita enviarle algún disco firmado por correo, pero que no sé si lo conseguiré.