★ (IN)HOOMAN ★ [BILOGÍA COMPLETA]

26. (IN)SUFICIENTE

South Pointe Park es uno de mis puntos preferidos de Miami en la noche, en especial las zonas menos concurridas y cerca del muelle. Tiene ese equilibrio ideal entre grandes multitudes cerca de los clubes o bares y áreas desoladas con buena iluminación. Es un sitio en el que me siento segura. En días de semana hay poca gente, mayormente turistas o personas que vienen a vivir aquí por temporadas.

El camino es angosto y extenso, avanza junto a la parte rocosa de la costa y desemboca luego en una playa o en el muelle, según la desviación que tomemos. Si vamos hacia la izquierda, acabaríamos entre la arena y la marea crecida; hacia la derecha, la construcción de madera avanza sin miedo dentro del océano hasta terminar de forma abrupta en una esquina que muchas parejas buscan por monopolizar para momentos importantes, propuestas de matrimonio y besos románticos que preludian una noche agitada. Es difícil describir qué tan bonito es el sitio con palabras, solo quienes lo han visitado entenderían a lo que me refiero.

Mientras caminamos, Nina abraza su cuerpo y mira hacia ambos lados, como esperando ser atacada en cualquier instante por un criminal. Supongo que la ciudad de Albany es insegura a estas horas y que ella, al igual que yo, no acostumbra a salir de su hogar pasado el ocaso.

—¿Tienes frío? —consulto para romper el silencio.

—No —responde, algo en su tono me indica que está distraída.

—¿En qué piensas?

—Yo... —suelta un suspiro largo y pesado. Se acerca al borde del camino y se apoya sobre la valla lateral, observando el océano oscuro y calmo—. No sé...

—¿Qué no sabes? —Voy hacia ella y me acomodo a su lado. Apoyo un codo sobre la parte superior de la cerca y dejo que mi rostro repose sobre la palma de mi mano.

—Nada.

—¿Te me has puesto filosófica? —bromeo y desvío la mirada hacia ella—, porque acabas de decir "Solo sé que no sé nada", a tu manera.

—No, no. No es eso. —Nina se muerde el labio inferior, lo hace a menudo—. Es solo que... ay, ¿cómo ponerlo? Quiero... quiero entender que demonios hago aquí, contigo. Estoy tratando de buscar respuestas a por qué me has invitado, qué esperas de mí, cuándo tendré que regresar y pues... esa clase de cosas.

—Estás de vacaciones —respondo con naturalidad—. No hay mucha ciencia en ello.

—Esa es una mentira, y lo sabes —afirma Nina, desafiante—. Myre, yo... yo te conté mi historia. Y siento que necesito saber la tuya, que no me voy a quedar tranquila hasta entender por qué pagaste mi pasaje así, sin previo aviso. Cuando estabas en Nueva York, dejaste en claro que ese era el adiós y que no querías seguir involucrándote conmigo. Pero míranos, nos reencontramos. Tú me trajiste. ¿Por qué?

—¿Me creerías si te digo que no tengo ni idea? —Inflo las mejillas mientas pondero las palabras.

¿Estoy lista para hablar sobre lo que pasó durante el tour? ¿Sobre lo que conversé con Richie? La verdad es que no tengo todas las respuestas que Nina busca, algunas no las he podido descifrar yo tampoco. Me dejé llevar por un impulso al pagarle el pasaje y ya. Ni siquiera yo sé qué es lo que espero que salga de esto, ha sido todo improvisado. No hay un plan.