16. (IM)PARABLE

8.1K 722 180
                                    


El show se desdibuja frente a mis ojos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El show se desdibuja frente a mis ojos. No lo disfruto, no lo recuerdo. ¿Estoy cantando bien? ¿La gente grita de euforia o de enfado? Las luces sobre mi cabeza brillan tan fuerte que me cuesta distinguir lo que está a mi alrededor. No me siento bien.

Cuando la canción acaba, los focos se apagan y yo salgo de escena por apenas unos segundos para cambiarme la blusa y secar el sudor de mi frente. Allí, a un costado del centro de atención, Richie me recibe, preocupado.

—¿Quieres ir al plan B y acortar el concierto, Myrecita? —susurra y me pasa una toalla—. Te ves... febril.

—No puedo —niego, aunque sé que él tiene razón—. Es el cierre del tour, no puedo arruinarlo.

—¿Y si relajamos el repertorio? —sugiere mientras se gira para que yo pueda cambiar mi atuendo sin ser vista.

—Bien, te acepto eso. —Ajusto los botones de la nueva camisa, que es sin mangas, casi como un chaleco corto en color rojo—. Dejamos el siguiente tema como está, tú pides a Crest que cambie el resto.

—Y para la segunda canción te traigo una silla para el acústico.

—¿Lista de emergencia 4? —bromeo.

Richie asiente y se marcha. Yo dejo escapar un largo suspiro antes de regresar al escenario. Aprecio muchísimo qué tan eficiente es mi manager. Está preparado para cualquier imprevisto que pueda surgirnos. Ha creado una serie de playlists alternativas según el problema que nos aqueje. Si mi garganta duele, podemos recurrir a los temas que menos fuerzan la voz. Si me duele algo, tenemos el paso acústico que usaremos hoy con una silla para que cante sentada. Si el problema es técnico, hay dos comodines que canto sin ningún instrumento mientras alguien soluciona el asunto tras bambalinas. Es increíble.

Quizás este no sea mi mejor show, pero tampoco permitiré que se convierta en el peor. Llegaré al final de la noche como he prometido al público. Y luego podré colapsar en el hotel para continuar derrumbándome donde nadie pueda verme.

Regreso al escenario.

Las luces se encienden, tenues. Alzo los brazos y sonrío como si me hallara en la cima del mundo. Tengo casi un cinco minutos de diálogo con los fans antes de que los próximos acordes comiencen. He ensayado mi discurso con cuidado para que dure lo justo y necesario.

—¿Cómo están? —grito.

Recibo una ovación a modo de respuesta. Palabras ininteligibles.

—Veo muchas banderas entre el montón, ¿o me equivoco? Algunos han viajado desde lejos para venir a verme. —Camino de un extremo al otro, señalando distintas cosas—. Veo México y Colombia por allí, ¡hola! —saludo en español—. ¡También veo gente de Brasil! ¡Olá para ustedes también! Hay personas de Canadá en el fondo me parece —agito un brazo hacia ellos—, ¡bienvenidos! ¡Bienvenidos! ¿Y ese grupo de allá es de Australia? Wow, me siento honrada.

★ (IN)HOOMAN  ★  [BILOGÍA COMPLETA]Where stories live. Discover now