★ (IN)HOOMAN ★ [BILOGÍA COMPLETA]

LIBRO 2 - INTRODUCCIÓN

¡NO ABRAN ESTE CAPÍTULO EN PÚBLICO!

Nunca me asustó la soledad en sí misma, hasta que conocí a alguien que se volvió parte indivisible de mi rutina y el motivo usual de cada sonrisa. A partir de ese momento, algo cambió. Ahora, la idea de tener que enfrentarme al mundo sin su compañía me resulta aterradora.

La gente suele decir que tenemos que amarnos a nosotros mismos antes de poder profesar cariño a otros. Y la verdad es que eso me parece una gran estupidez que solo sirve para alimentar incluso más las inseguridades y los temores de personas como yo.

Siendo sincera conmigo misma: me odio. Hay muchísimas cosas que no tolero de cómo soy o cómo me veo y que desearía poder cambiar. Soy una gran cobarde. Tengo sobrepeso. Miento mucho más de lo que debería. Me guardo las emociones hasta que necesito explotar. Sin lentes, no veo nada. Los estudios no son mi fuerte. Tampoco sirvo para hacer deporte ni tengo talento o aspiración artística. Etcétera; la lista podría seguir.

Entonces, ¿no tengo derecho de estar enamorada porque no me quiero lo suficiente? ¿Está mal que sienta un apego irracional a Myre? ¿Lo que pasa por mi corazón es incorrecto? ¿No merezco un poco de aprecio?

Quizá no.

Sé que la amo. Y sé qué me odio. Lo que no sé es si ambas verdades pueden coexistir de forma orgánica y equilibrada.

Cuando ella está a mi lado, soy un poco más fuerte. Sus palabras y sus acciones me ayudan a aceptar lo mejor y lo peor que poseo. ¿Eso es inválido? ¿Tóxico, tal vez?

Creo que podemos amar a otros a pesar de nuestras propias inseguridades. Y que ese cariño que sentimos, cuando es recíproco, nos enseña a vernos desde una nueva perspectiva.

A Myre le debo la poca autoestima que poseo.

En tan solo dos semanas, ella me enseñó a redescubrirme, a encontrarme con la Nina interior que no sabía que escondía. Crecí como persona, me liberé de prejuicios y, por fin, comienzo a entender quién soy yo, más allá de quién han querido que fuera toda mi vida.

Estoy lista para cerrar las puertas de la jaula que me aprisionó por más de veinte años. Esta vez, lo haré desde el exterior. Seré el ave libre que, aunque no sabe volar todavía, se lanza al mundo. Es posible que caiga, que falle y que me golpee. Pero, tarde o temprano, voy a surcar el cielo.

Es una promesa.

Hoy, no estoy regresando a mi hogar, sino despidiéndome de una etapa para poder mudarme a la siguiente.

"Bienvenida a Albany, Nina. Espero que disfrutes de tu estadía como turista en Nueva York", pienso con sarcasmo cuando el avión aterriza y un escalofrío me recorre. "Solo serán diez días".

Nadie va a limitar mi futuro. Ya no. 

¡FELIZ INICIO DEL SEGUNDO LIBRO! A continuación les dejo una ilustración muy especial 😇

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