6. COMPRENSIÓN

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Llegamos a casa de mis padres

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Llegamos a casa de mis padres. La construcción no me causa nostalgia o familiaridad; al ver la puerta, siento un montón de emociones... y todas ellas son negativas. Lo que tengo frente a mí es una jaula, la prisión a la que me condenaron sin juicio justo, sin haber cometido un crimen.

No todos los momentos que pasé aquí han sido malos, no obstante, los últimos años estuvieron colmados de pequeñas torturas por parte de mis carceleros.

Es un alivio.

Temí que pisar el jardín delantero me hiciera desbordar de melancolía o de deseos por quedarme aquí otra vez. Sin embargo, es justo lo contrario. Cada paso que doy rumbo a la puerta me genera más incomodidad, adoraría poder salir corriendo no tener que volver jamás a este vecindario.

"Es la última vez" me prometo y respiro hondo, buscando las llaves en el bolso.

Cuando las encuentro, mis manos tiemblan ligeramente y un escalofrío recorre desde la nuca y hasta la parte baja de mi espalda. Shanice, de pie a mi lado, palmea uno de mis hombros para darme ánimos. Kaya, algunos pasos detrás, sostiene cajas vacías que compramos antes de llegar.

Ruego con todas mis fuerzas que la casa realmente esté vacía como se supone que debería estar y que mis padres hoy regresen tarde de sus empleos. Saben que voy a pasar por las pertenencias que quiera llevarme y estoy convencida de que también prefieren evitar el encuentro.

—A-quí vamos —titubeo y comienzo a abrir la puerta, nerviosa—. Ay, per-perdón, es que estoy muy...

—No te disculpes —Shanice murmura—. Por eso vinimos a darte una mano.

—Gracias. En serio...

Apenas cruzamos el umbral, nos golpea el brusco cambio de temperatura. La calefacción está muy fuerte en comparación con el clima invernal al aire libre. Mis lentes se empañan de inmediato, así que decido quitármelos. Ni siquiera recuerdo para qué me los puse hace un rato, ¿quizá para leer un mensaje en mi teléfono? Sí, probablemente por eso.

—Uh, tu familia sí que vive bonito. —Kaya recorre la planta inferior con curiosidad—. Buen gusto y todo muy elegante, me siento... fuera de sitio con mi ropa de segunda mano. No te imaginaba tan bien ubicada.

—Pues... sin ofender ni nada... creo que ustedes son las primeras personas de color en pisar la sala —admito—. No creo que sea algo intencional, pero... mis padres definitivamente son elitistas e insufribles. Espero que no tengan que conocerlos. Los odiarán.

—No lo dudo. —Shanice suspira—. Y yo tengo poca paciencia. Si alguien me discrimina por cualquier cosa, soy capaz de enseñarle el error a golpes. Ya me ha pasado alguna vez.

Quiero responder algo. Los segundos pasan, sin embargo, y ninguna frase coherente toma forma en mi mente, así que la conversación muere allí.

Dejamos una caja junto a la escalera para tomar elementos desperdigados por la primera planta de la casa y luego nos vamos directo a mi cuarto, que es donde está la mayor parte de lo que empacaremos. Apenas enciendo la luz noto que han quitado un par de cosas sin mi permiso.

★ (IN)HOOMAN  ★  [BILOGÍA COMPLETA]Where stories live. Discover now