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[Alicia]

Tan rápido cómo escuché su voz tome las llaves del auto. - Necesito verte - Se escuchó en la otra línea antes que la llamada se acabará, ya estaba en camino, ni siquiera había apagado aquel cigarro, para mi suerte el tráfico estaba despejado y pude llegar sin ninguna dificultad, ella estaba afuera de su casa, esperando por mi, con todo ese frío, abrí la puerta del copiloto y dejé que entrara. - Alicia, yo - Hizo una pausa y bajo la mirada. - No te disculpes, cariño -. Prendí el auto nuevamente. Raquel movía su pierna inquieta, lentamente moví mi mano hacía su pierna y acaricie esta con tranquilidad, pude sentir su mano acariciar la mía, estaba helada y era obvio el porqué. Al llegar, abrí su puerta y esperé que bajará del auto, tiritaba levemente. - Ven, acompáñame - Dije extendiendo mi mano hacía ella, ella tomó mi mano y comenzamos a caminar hacia mi habitación, saque una manta del clóset y la arropé. - ¿Quieres algo más para el frío? - Pregunte, Raquel negó con la cabeza. Bajamos a la sala, todo estaba encendido ya que salí lo más rápido que pude, nos sentamos en el sillón, la miré preocupada. - Alicia - Dijo Raquel en voz baja. - Perdón - A pesar que dije que no se disculpará. - No te debí tratar así, no lo merecías - Dijo Raquel. - Esta bien, Raquel, no necesitas darme explicaciones - Respondí acariciando su hombro, un silencio que para nada fue incómodo se hizo presente, acariciaba el hombro de Raquel y ella abrazaba mi cintura. - Raquel - Dije rompiendo el silencio - ¿Que pasó en la academia? - Pregunte, aquello había dejado curiosidad en mi. - Sé que pasó algo, sólo dilo - Dije por último, Raquel se separó de mi y me miró esquiva, hubo un silencio. - Alguien filtró fotos mías - Dijo Raquel con la mirada baja mientras hacía una pequeña mueca, me acerqué a ella moviendo algunos mechones de cabello que cubrían su rostro. - ¿Que tipo de fotos? - Pregunte. - En ropa interior - Respondió Raquel en voz baja, abrí los ojos sorprendida, me separé levemente, estaba molesta, no con ella, ella no tenía la culpa de nada. - Raquel - Dije, tomé sus manos y las acaricie. - ¿Sabes quién fue? - Pregunte, su mirada se dirigió hacia mí, asintió. - Alberto - Dijo Raquel con la voz quebradiza, acaricie su mejilla y la acerqué a mi. - ¿Cómo sabes eso? - Pregunte. - El me lo confesó - Dijo Raquel en voz baja, di un leve suspiro. - Raquel, haré todo lo posible para que esto no quede impune - Dije y Raquel me miró con preocupación. - Debería hablar yo con el - Propuso Raquel. - No vas hablar con el - Sentencie, asintió levemente y me miró, estuvimos ahí en ese juego de miradas que nunca me cansaría de hacer, la acerqué a mi y la tendí entre mis brazos. - ¿Quieres comer algo?, estoy muerta de hambre - Dije rompiendo el silencio.

[Raquel]

Todo el día había sido extraño pero con Alicia podía olvidar cualquier cosa que ocurriera, toque mis muñecas mientras la veía preparar la comida, Alicia fue hacía la sala y al volver tenía consigo una cajetilla de cigarros, abrió la ventana y prendió el cigarro, la observé, cómo si de una obra de arte se tratase, suspire cuando expulsó el humo y me miró fijamente, aquella imagen de Alicia fumando era un sueño hecho realidad, no sabia cómo algo tan dañino se veía tan bien en ella, me apoyé en el mueble de la cocina. - Alicia - Me acerqué levemente, sentí el olor del cigarro y cerré brevemente mis ojos. - ¿Puedo? - Pregunte señalando el cigarro que estaba entre sus dedos, Alicia no respondió, simplemente me observó, entrelace nuestras manos y le quité el cigarro de un movimiento. - No deberías fumar - Dijo Alicia cuando me lleve el cigarro a la boca, asentí y me acerqué a la ventana para expulsar el humo hacía afuera. - El sabor es muy delicioso, ¿De que es? - Pregunte ignorando aquel reproche, Alicia me miró detenidamente y fue hacia la encimera a revolver la comida. - De vainilla - Respondió con la vista en la comida que por cierto, también olía delicioso, deje el cigarro en el cenicero, me había dado cuenta que habían de estos en todas las partes de su casa, suspire y desvíe mi vista hacía el cielo, hacía mucho frío pero el cielo estaba totalmente despejado, podía ver estrellas por doquier y claro, la luna, que brillaba cómo nunca y se veía inmensa. - La comida está lista - Dijo Alicia, la miré rápidamente, ya había servido un plato, me senté a su lado y le di un bocado a la comida. - Esta buenísima - Solté sincera, una risita salió de Alicia provocando que mis mejillas se tornaran de un color rojizo, Alicia comenzó a comer. - Tienes razón - Dijo después de probarla, una pequeña sonrisa se formó en mi rostro. - Deje el cigarro ahí, no sé si te molesta, puedo ir a buscarlo - Dije señalando el cenicero, Alicia negó con la cabeza y me miró. - Voy a prender otro - Respondió Alicia levantándose de su asiento y yendo por la cajetilla, ahí iba otra vez, aquel olor de cigarro mezclado con el perfume de Alicia eran mágicos, no había terminado su comida, me levanté y fui hacia ella a paso lento, necesitaba sentirla cerca, Alicia me observó, cada movimiento que daba lo observaba de una manera diferente, no me sentía juzgada. - Alicia - Dije mirándola, ese cigarro se veía tentador, no se que esperaba al fumar delante mío, vi su cajetilla, tenía cuatro cigarros más, no creo que por uno menos se enoje. - ¿Puedo sacarte un cigarro? - Pregunte y Alicia desvió la mirada hacía su cajetilla, se llevó el cigarro a la boca, me miró nuevamente y dejo caer el humo, me acerqué levemente esperando alguna respuesta, cuando juntamos las miradas supe que no habría respuesta, Alicia se acercó y dejó caer el humo del cigarro en mi rostro, más específicamente en mis labios, aspire el humo que pude, una pequeña sonrisa se hizo presente en Alicia, cerré brevemente mis ojos cuando lo volvió a repetir pero un poco más cerca, abrí mis labios para que entrara la mayor cantidad de humo posible y al abrirlos estaba Alicia mirándome con una sonrisa maliciosa, desvió la mirada mirando hacia afuera, suspire cortamente y me acerqué, rozando su cuerpo y sintiendo su respiración ir y venir, observé su mandíbula y prontamente sus labios, entré abrí los míos dejando ver mi desesperación por besar los suyos, Alicia volvió la mirada hacía mi, vio mis manos que estaban peleando entre sí, me detuve y la miré fijamente, subió la vista hacía mi y sonrió acercándose a mi rostro, le dio una calada al cigarro y se acercó a mis labios, que ya estaban a su disposición, cuando lanzo aquel humo sólo pude juntar nuestros labios en un beso lento, sus labios tenían un sabor delicioso debido al cigarro, lleve mi mano a su nuca, no quería acabar ese beso nunca, Alicia llevo su mano a mi cintura apretando esta levemente, bajo sus besos a mi cuello olfateando este con calma, cómo si el mundo se hubiese detenido sólo para nosotras, suspire desesperada por volver a sentir sus labios junto a los míos, Alicia me observó y yo a ella, apago el cigarro en el cenicero y puso sus manos en mis mejillas para mirarme nuevamente. - Llévame a la cama - Solté intentando controlar mi voz que por la falta de aliento había perdido su fuerza, Alicia tomó mi mano y tan rápido cómo quisimos estábamos en su habitación, bese el cuello de Alicia, mordió leve su labio mientras acariciaba mi cadera, me empujó levemente hacia la cama, haciéndome caer en esta, vi cómo venía hacia mi, todo lo que quería en ese momento era besarla, hasta más no poder, me separé levemente y recuperé el aliento mientras la veía a los ojos. - Sácate la camisa - Dijo Alicia acariciando mi mejilla, tragué saliva nerviosa, asentí, desabrochando cada botón de la camisa, Alicia llevó su mano a mi pecho, mi corazón latía rápido y mis pupilas estaban totalmente dilatadas, acaricio mi pecho y subió su mano lentamente a mi cuello, lo apretó levemente y me miró con una sonrisa. Lleve mis manos a sus mejillas y las tomé, bese sus labios con la mayor delicadez, Alicia bajo sus manos hasta el final de la polera que tapaba todo lo que la camisa transparentaba, la quitó lentamente y la tiró al suelo de la habitación, observó unos segundos mi torso, con una pequeña sonrisa. - Eres hermosa - Dijo en voz baja Alicia volviendo la mirada hacia mi, lleve mis manos a su cintura y seguidamente también saque su parte de arriba incluido el sostén de encaje, me preguntaba si sus bragas también eran de encaje, cómo sea lo iba averiguar, me di un par de segundos para admirar sus pechos, los toque lentamente, al darme cuenta de los suaves que eran decidí llevar uno de estos a mi boca, un corto suspiro salió de Alicia, levanté la mirada hacía ella, mordía su labio con fuerza y tenía los ojos cerrados, puso su mano en mi cabello, jugando con el, fui hacía el otro, Alicia soltó un jadeo casi inaudible y tomó mi cuello para que le tomara atención, me separé sin ganas y la miré, comenzó besando mi cuello y lentamente bajo hacia mi pecho, al llegar vio que el sostén seguía conmigo y lo quitó lentamente, vi cada movimiento que daba, aquello quedaría en mi memoria, comenzó con uno, al sentir esa fascinante sensación pude sentir un cosquilleo en mi garganta, solté un jadeo cuando sentí un leve mordisco, tomé los pechos de Alicia y comencé a jugar con ellos, Alicia comenzó a bajar dejando pequeños besos en cada parte de mi cuerpo, hasta llegar a mi pantalon que aún estaba en su sitio, desabrocho este y lo bajo lentamente hasta quitarlo por completo, hizo exactamente lo mismo con la demás ropa; tirarla. Me miró con una pequeña sonrisa y se acercó a mi. - Si voy muy rápido - rozó mi intimidad por encima de la tela de mis bragas - Sólo dilo, ¿Si? - Dijo aún con esa sonrisa en su rostro, asentí rápido, mi respiración estaba completamente agitada, busque un poco más de contacto pero la tela no me lo permitía, Alicia tocó aquel botón que hizo que mi desesperación ascendiera a un nivel inefable, solté un jadeo corto. - Alicia - Dije totalmente desesperada, Alicia comenzó a sacarlas lentamente y las tiró. - ¿Mejor? - Pregunto cerca de mi oído, asentí y la seguí con la mirada observando cómo bajaba hacía mi intimidad, dio leves toques que hicieron que mis piernas temblaran, comenzó besando mis muslos y acabo en mi intimidad. Tiré mi cabeza hacía atrás y agarré con fuerza la manta que estaba en la cama, Alicia introdujo un dedo, arqueé levemente espalda y solté un gemido bajo, baje la mirada hacia Alicia, me sonrió levemente y introdujo el segundo, mordí mi labio y miré hacia el techo tratando de recuperar mi aliento, una tarea bastante complicada después que Alicia comenzara con el vaivén en sus dedos, buscaba a Alicia, necesitaba tocarla, sentirla, tome su mano que estaba en mi cintura y la apreté levemente, Alicia introdujo el tercer dedo. - Ali - Solté entre gemidos y Alicia me miró detenidamente - No te detengas - Suplique mientras acariciaba su mano. - Por favor - Dije por último y solté un pequeño jadeo. - No lo haré - Respondió Alicia aumentando la rapidez en aquel vaivén, mi vientre se contrajo, mi respiración estaba completamente agitada, estaba a punto de venirme. - Mírame, Raquel - Dijo Alicia - Mírame a los ojos - Agregó, mi mirada se fue en aquellos ojos que llamaron mi atención el primer día que los vi, mi vientre se liberó y mi espalda se arqueo. - ¡Joder! - Dije recuperando el aliento y fui a besar a Alicia, probando mi propio sabor, los papeles se intercambiaron cuando de un movimiento Alicia estaba recostada y yo encima de ella, me observaba por completo y se detuvo en una parte específica, tomó mi brazo rápidamente mirando aquellas heridas que había dejado Alberto. - ¿Que es esto? - Pregunto Alicia con voz entrecortada y señaló mi antebrazo. - No es nada - Respondí mirando su torso, dejo pequeños besos alrededor de aquellas heridas que aún no cicatrizan. - Después hablaremos de esto, ¿Si? - Dijo Alicia con sus manos en mis muslos, asentí totalmente derrotada, aquello era mi debilidad, baje por sus caderas hacía su intimidad besé esta lentamente, de Alicia salían varios suspiros, ahora por fin sentía desesperación que ella me hizo sentir hace unos momentos, introduje dos dedos en su intimidad y escuche un gemido callado por ella misma, sonreí ingenua y introduje un tercer dedo haciendo que Alicia se enfocará en mi, me miró con los ojos totalmente abiertos y las venas de su cuello sobresalían, puse mi mano libre en su cintura haciendo pequeños dibujos inentendibles, un jadeo se escapó de la boca de Alicia cuando la comencé a embestir sin agresividad y buscó con su mirada mi rostro, en cuanto lo encontró tomó mis mejillas entre sus manos, tenía la respiración agitada pero aún así se abalanzó hacia mis labios, podía sentir cómo callaba sus gemidos en aquel beso, aumenté la velocidad y a los segundos sentí cómo sus paredes apretaban, Alicia rodeó mi cintura y apretó esta levemente cuando su cuerpo se liberó completamente, soltó un gemido ahogado y grave junto con su respiración agitada, me recosté a su lado y me acerqué levemente para poder apoyar mi cabeza en su hombro, Alicia acariciaba lentamente mi cintura.

A Punta de Espada//Ralicia Where stories live. Discover now