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[Raquel]

Y así fue cómo tomé el consejo de Ángel, venía a la sala de tiro dos veces por semana, aveces me acompañaba Mónica o Ángel, pero casi siempre iba sola ya que venía después de clases y aunque iba mejorando aún así muchas veces fallaba.

me encontraba en la cafetería después de la primera clase, estaba esperando a Mónica, a lo lejos vi a Alberto acercándose, estas semanas se había intentado acercar más a mi, mostrando una parte de él que yo desconocía completamente, por decirlo así, me estaba agradando pero aún así algo me decía que no. -Hola Raquel- Dijo Alberto sentándose a mi lado, sonreí levemente y volteé la mirada hacía Mónica que aún estaba en la fila para poder comprar. -¿Cómo estás?- preguntó Alberto mirándome de arriba a abajo, a eso me refería. -Normal, ¿y tú?- Respondí y ahí partió, todos sus días se trataban de una película, para el. -Genial- respondí cuando paró de hablar, ya sé había acabado y Mónica venía hacía nosotros. -La parejita- Dijo Mónica riendo con su café y mi té en la mano, Alberto asintió, intenté darle demasiadas señales a Mónica para que de alguna manera nos fuéramos de allí, hasta que captó. -Bueno, nos tenemos que ir- Dijo Mónica levantándose de su asiento al igual que yo, estaba apunto de irme cuando Alberto toma mi antebrazo y un pequeño recuerdo vino a mi mente haciéndome hacer una mueca. -Raquel, ¿Quieres ir el miércoles al cine?- preguntó Alberto soltandome, vi de reojo a Mónica y intenté crear la excusa más creíble. -Justo el miércoles tengo cena familiar- Dije rápido, era la peor excusa que pude haber dado en mi vida, suspire. -¿Y el jueves?- Dijo Alberto. -Voy a casa de Mónica a estudiar- Solté y miré a Mónica. -¿No cierto?- Dije hacía Mónica, levantando las cejas y ella asintió rápido. -Mmh, agenda ocupada, lo entiendo- Dijo Alberto dejándome libre. -Perdón por meterte en esto- Le dije a Mónica cuando ya estábamos de camino al salón. -Que va, igual tenemos que estudiar el jueves- Dijo Mónica soltando una pequeña risa. Llegamos al salón, suspire cuando me senté en mi lugar. -¿Que pasa, Raquel?- Preguntó Mónica. -Te noto rara- Dijo por último, era obvio, estaba cansada, hace semanas no me podía sacar de la cabeza lo que pasó con Alicia y cuando no lo estaba pensando simplemente Alicia aparecía, cómo ahora, sus pasos eran distintivos, tal vez su forma de caminar. Me iba a dar el tiempo de explicarle a Mónica pero cuando Alicia se hizo presente en el salón sólo pude reír bajo. -No es nada, sólo estoy cansada- Le respondí a Mónica, ella de verdad se preocupaba por mi y era bastante difícil mentirle, cerró levemente sus ojos y asintió. -Me lo voy a creer- Dijo por último Mónica, Alicia aclaró su garganta y tomó de su botella de agua cerrando la puerta, tenía ojeras y el rostro más pálido de lo que normalmente es.

[Alicia]

-¿Quien es el?- Preguntó Germán señalando mi celular donde se encontraba el chat abierto con Marsella. -Un colega de trabajo- Respondí alistando las últimas cosas de Anais, llamándola seguidamente. -¿Por que te habla tanto?- Pregunto Germán mirándome. -¿Por que tanta curiosidad?-  pregunte levantando una ceja. -Porque soy tu esposo- Dijo Germán -Ahora responde- Dijo dando un sorbo de su café. No dije nada y fui a dejar a Anais. -Que te vaya genial, cariño- Dije dando un corto beso en su frente y ella se subió al autobús, caminé lentamente hacia la cocina nuevamente. aún estaba Germán ahí y seguía esperando alguna respuesta. -No voy a darte explicaciones de nada porque yo no te pido explicaciones a ti- Dije mirándolo y ahí empezó todo. -¡Si yo te pido explicaciones, me las das!- fue lo único que pude escuchar de sus ladridos, puse mis manos en su pecho alejando a este. -¿Que dijiste?- Pregunté confusa con mirada desafiante. -Repítelo- dije levantando mi mentón. -Si yo te pido explicaciones, me las das- Soltó Germán con el ceño fruncido, solté una risa, haciendo que Germán se enojara aún más, se acercó agresivamente. -¿Que vas hacer si no te doy explicaciones?- Pregunté y el se quedó en absoluto silencio. -¡Responde!- Grite alejandome de este aún con una sonrisa leve. -¿Me vas a golpear o gritar?- Pregunté por último. -No me hagas hacerlo- Soltó bajo Germán. la sonrisa que tenía en mi rostro desapareció cómo aquel hombre que al decir aquellas palabras se fue rápidamente.

[Raquel]

Traté de ignorar todos los pensamientos que me venían a la cabeza cuando Alicia hablaba o simplemente sonreía. En este caso estaba leyendo, ella estaba demasiado concentrada leyendo en voz alta. su voz ronca era algo demasiado relajante. suspire mientras la veía, deseando que el texto que ella leía nunca se acabara.

Cuando la clase terminó me sentí aliviada, una clase más y podía ir a la sala de tiro.

la hora pasó rápido, demasiado para ser  verdad pero cuando se trataba de estar con Ángel y Mónica en el mismo lugar era obvio que el tiempo pasaba volando. -¿Me vas acompañar?- Le pregunté a Ángel. -Claro, sólo que necesito ir a buscar un par de libros a la biblioteca, así que llegaré un poco más tarde- Dijo por último Ángel, una sonrisa se dibujó en mi. -Te veo ahí entonces- Dije antes de irme, dirigiendome a la sala de tiro.

Deje mi bolso en la esquina de aquella sala, me puse los lentes y recargue la pistola, había sido un lío pedir permiso para practicar pero después de escuchar mis motivos me dejaron usarla tres semanas y esta era la última, algo progrese y estoy agradecida por eso.

El primer disparo siempre fallaba, empezaba a tener suerte en el cuarto pero cuando estaba en el segundo escuche la puerta cerrarse, estaba segura que era Ángel. -Por fin, llegaste- Dije y me di la vuelta pero no era Ángel, pareciera cómo si me persiguiera. -Perdona, ¿Estabas esperando a alguien?- Dijo Alicia mirándome algo sorprendida. -No, o sea si pero aún no llega- Dije nerviosa. pude sentir cómo Alicia se movía a sacar otra arma, recargando esta. Intenté volver a lo mío apuntando hacia aquella silueta. Sentí un disparo, Alicia le había dado a la cabeza, suspire entrecortada, apunte y disparé. En el abdomen, bufé y volví a disparar, en el brazo. Todo el progreso se había ido a la mierda sólo por aquella presencia. Alicia volvió a disparar dos veces seguidas, nuevamente en la cabeza y en el pecho. Apunté y disparé, en el pecho, algo es algo y no me podía quejar, los nervios que tenía eran superiores a mis ganas de darle en la cabeza, sentí su presencia a mi lado. -¿Sabes por que no le das a la cabeza?- Me pregunto Alicia mientras me miraba, abrí los ojos. -¿P-por que?- Dije intentando no tartamudear pero fallé en aquel intento. -Tu postura- Soltó Alicia -Es incorrecta- dijo por último, me quedé perpleja, ni siquiera había pensado en aquello y era obvio que no sabía cómo ponerme, aclaré mi garganta y cambie mi postura, pude escuchar una pequeña risa de Alicia. -¿Puedo?- Preguntó, no sabía aque se refería hasta que tocó mi cintura acercando esta hacía ella. -Separa un poco tus piernas- Dijo sacando su mano de mi cintura, suspire y obedecí mientras ella observaba aquello. -Bien, ahora dispara- dijo tocando cortamente mi hombro, apunte y disparé. -¡Muy bien!- Dijo Alicia con un sonrisa, le había dado en la cabeza, deje el arma en la mesa y sonreí bajando la mirada. -Gracias, maestra- Dije prácticamente viendo mi zapatos. -No hay de que- Respondió. -Y perdón- Solté levantando la mirada. -Por lo del otro día, yo no quería- Dije quitandome un gran peso de encima. -Esta bien, no te preocupes por eso- Dijo por último, la miré unos segundos, ¡Dios!, sus pecas eran tan bonitas, me encantaría contarlas aunque sería imposible contar todas ya que estaban por todo su rostro, cruzo la mirada conmigo, el juego de miradas era algo que me generaba muchas preguntas. me acerqué levemente.

-¿Raquel?- Se escuchó de lejos, era Ángel apunto de entrar a la sala, me di la vuelta. -¿Vamos?- le pregunté a Ángel cuando entró, el asintió rápido, tomé mi bolso y miré a Alicia. -Adios, maestra- Dije por último antes de salir.





AAAAA muchas gracias por todo el apoyo<3333333 (ayer no actualice porque mi wifi 📉📉📉 pero ya estoy aquí jiji)

A Punta de Espada//Ralicia Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα