30

114 14 3
                                    

Abro los ojos somnolienta al sentir unos pasos fuera de la habitación, al no encontrar a Sanemi a mi lado me pongo de pie para dirigirme hacia el pasillo encontrándome del otro lado, en el porche, a mi esposo junto a Genya y nuestro pequeño Kenji en los brazos de su padre profundamente dormido.

Decido no interrumpirlos, dispuesta a dormir de nuevo, cuando les escucho hablar.

- Sabes hermano? Siempre soñe con vivir este momento junto a ustedes.

- Enserio?

- Si, desde que presentaste a Jia a la familia, supe que este momento algún día llegaría...y tenía razón.

- Tuviste ese sueño, aún después de todo lo que te hice?

- No me comporte tampoco de la mejor manera...ambos somos unos idiotas.

- Controla tu lenguaje, no quiero que Kenji aprenda groserías antes de tiempo.

Escucho la risita de Genya, sonrió con ternura.

- Lo siento.

- Pero tienes razón, aún me cuesta creer que Jia sea mi esposa, que tengamos nuestra casa  y un bebé.. también con otros tres mocosos.- Genya suelta una risita.— y decir que estuve a punto de cagarla múltiples veces con ella.

- Si lo hubieras hecho, yo me encargaría de hacer que te perdone. Ambos estaban destinados.

- Destino?...no soy creyente de él, si embargo, ahora que tengo a Kenji aquí...comienzo a creer que hay una fuerza invisible que guío mi vida a la de Jia para llegar a esta etapa.

Decido dejar de escuchar y me devuelvo al futón, me acomodo con tranquilidad cubriéndome con las mantas y cuando estoy a punto de dormirme, la puerta se desliza.

- Preciosa, Kenji tiene hambre.

Suelto un suspiro cansada, pero me siento en mi lugar estirando mis brazos al bebé que comenzaba a hacer pucheros. Lo apego a mi pecho meciendolo un poco.

- Pásame el pañuelo que está ahí.- le apuntó mientras me preparo para amamantar a Kenji que pronto comienza a comer como si nunca lo hubiera hecho.- No muerdas, cariño.

- Ese es mi trabajo.- Golpeó a Sanemi en el brazo con el pañuelo para después limpiar la leche que manchaba al bebé.

- Que hacías despierto? Aún no amanece.

- Kenji despertó hace rato y no quería despertarte todavía. - se acerca para acomodar las almohadas en mi espalda, me recargo aún sosteniendo a Kenji.- Además, tuve una charla con Genya.

- Si, escuché un poco de ella.- Sonrió como disculpa.

- Te despertamos?

- El frió lo hizo. Te fuiste y mi estufa andante desapareció.

El bufo dejándose caer a mi lado boca abajo sosteniendo su cuerpo con los brazos, comenzo a jugar con los piecitos de Kenji que se removió ante el toque.

- Lo siento, a la próxima te cubriré mejor.- Sonríe enternecido al ver el pequeño pie del bebé.- Puedes creer que está cosita sea tan pequeña?

- Lo creo, yo lo saqué de mi cuerpo.

- Si, lo recuerdo bien...lloraste cuando te prometí que no volveríamos a tener sexo.

- Ese día aprendí que no sabes consolar mujeres embarazadas.

- Yo quería hacerte sentir mejor!- Suelto una risa al oírle y me inclinó para besar su frente.

- Y por eso te amo.- Bajo la vista a Kenji que se queja viéndome fijamente a los ojos, con sus iris profundamente púrpuras.- A ti también, pequeño lobito.

The First.Where stories live. Discover now