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Abrí mis ojos debido a una caricia suave a lo largo de mi espalda y me remuevo ante las cosquillas que esto me provocaba.

- Buenos días, bonita.- Su voz ronca y arrastrada removió mi corazón.

- Buenos días.- contesto adormilada, le escucho reír.

- ¿Cómo te sientes?

Ante sus palabras y el recuerdo de la noche anterior, me hace sonrojar intensamente causando que  me oculte en su pecho, el ríe divertido abrazándome.

- Bien.

- ¿Solo bien? ¿No maravilloso?

Avergonzada, negandome a alzar la mirada para enfrentar sus ojos burlones, muerdo su pectoral ligeramente haciéndolo sobresaltarse

- Por idiota.- mascullo ocultandome bajo las sábanas.

- Querida, si esa fue tu forma de vengarte, seguiré burlandome de ti. En vez de dolerme, causa el efecto contrario.- Me estremezco cuando siento sus labios por sobre las sábanas subiendo desde mi cintura hasta mis hombros.- Vamos, sal de ahi. Enfrenta las consecuencias preciosa.

- No.

- ¿No?- Su voz sonó divertida, me quedé quieta esperando escuchar sus movimientos.- Bien, usaré la fuerza.

Suelto un chillido cuando mis piernas son jaladas fuera de la sábana, sin ella, pronto me encontraba desnuda frente a sus ojos, sin embargo, extrañamente me sentía realmente cómoda con ese hecho.

Ante mi cada de reproche por haberme destapado, sanemi soltó una carcajada y me abrazo contra su pecho, pronto supe sus intenciones. Sus dientes mordieron parte de mi clavícula, golpee su cabeza molesta y el termino su trabajo besando la marca rojiza de mi piel.

- ¿Terminaste?

- Quiero morderte toda.- Gruñe deslizando sus labios hacia mi cuello, suspiro temblorosa alejándolo mi cuerpo de sus labios, tomando su cabeza con ambas manos.

- ¿No te fue suficiente ayer?

- Jamás me será suficiente...te necesito todo el tiempo, a todas horas, de cada maldito día.

Sonrió levemente besando sus labios.

- Estoy cansada, amor.- susurro con las mejillas sonrojadas.

El deja de empujar su cuerpo sobre el mío, y su mirada oscura se aclara para verme preocupado.

- ¿Estás bien? ¿Te duele algo?- Pronto soy envuelta en las sábanas de nuevo y me encuentro sobre su regazo, acurrucada contra su pecho.- Si te lastime...

- No, estoy bien. Solo que...en verdad sigo teniendo sueño.- admito avergonzada, el sonríe besando mi frente.

- En ese caso sigamos durmiendo, preciosa.- Me recuesta de nuevo a su lado, él se encarga de abrazarme y proporcionarme calor.

- Gracias, amor.

Su corazón se acelera haciéndome sonreír.

- No hay de que preciosa.

Sintiendo los acelerados latidos, el calor de su cuerpo y las caricias que deja en mi cabello, logro dormirme de nuevo.

Al despertar otra vez, me encuentro el rostro dormido de Sanemi. Suelto una risita al verle babear entre sueños.

Acaricio su mejilla con dulzura, y con cuidado me levanto para darme un baño, me tomo mi tiempo en la tina y sacudo mi cabeza varias veces al recordar todo lo que hicimos esa intensa noche.

Salgo de la tina envolviendome en una de las toallas, exprimo mi cabello con cuidado. Tendría que recortarlo, este comenzaba a enredarse con frecuencia.

The First.Where stories live. Discover now