Capítulo 29

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JUNGKOOK POV

Durante los últimos meses, la vida había sido un infierno y un paraíso. Un paraíso, porque mi relación con Jimin era cada vez más fuerte, el tiempo que ambos pasábamos juntos lo atesorábamos como algo muy preciado. Y un infierno, porque Jimin tentaba cada vez más mi autocontrol. Por suerte Hoseok y Namjoon se habían tomado la tarea de detener cualquier situación antes de que se me fuera de las manos. Además, estaba toda la situación con los lobos y Ziyi.

Jimin, ahora no solo era amigo del chico de los Kim sino también de Onew y Mark. Así que ahora no solo tenía un perro babeando por mi ángel, sino tres. Aunque los últimos dos, reconocían el "derecho" de Taemin por ser quien lo vio primero. Por lo visto ellos no contaban con que quien lo había visto primero era yo.

Me enfadaban sus balbuceos mentales, trataba de apagarlos, pero eran imposibles de ignorar cuando se ponían tan quejumbrosos.

"¡Oh!, tal vez debería pedirle a Taemin el número de Jimin para invitarlo a tomar un helado." Pensaba Mark

"Debería ir a su casa con alguna excusa de hablar con los chupasangres para verlo" ese era Onew

"Nah... Taemin me mataría" ambos, siempre pensaban al final

Taemin era el peor...

"Debería llamarlo y hablar con él si no lo veo hoy"

"Debería llamarlo y colgar el teléfono si alguien más contesta"

"Debería ponerme aceite en mis músculos cuando lo vaya a ver de esa manera estará pendiente de mi físico. Ha puesto que la sanguijuela no tiene tan buen cuerpo"

A veces deseaba poder revelar mi don cuando me tocaba hacer rondas con ellos y reñirlos de la misma manera que hacia Taemin cada vez que los pescaba pensando en Jimin, pero Hoseok nos había dicho que por mera estrategia deberíamos guardar las apariencias y parecer "normales."

Aunque sabía que Jimin era solo mío, no pude evitar querer arrancarle la cabeza al chico Kim cuando vino a la casa a traerle "su regalo de cumpleaños" las tontas fantasías que tenía en la mente, en las que Jimin se lanzaría a sus brazos y lo besaba hasta dejarlo sin sentido, en agradecimiento por el atrapasueños.

Debía reconocer que Taemin y yo podríamos llegar a ser amigos, era un gran guerrero y se notaba que tenía muchas dotes de líder, sus ideas eran bien estructuradas si hablamos en un plan de batalla. Si no fuera por el hecho de que quiere arrebatarme la razón de mi existencia, seriamos grandes compañeros.

Durante las rondas nos comunicábamos bien, salvo las pocas veces en las que el cachorro soñaba despierto con las diferentes maneras en las que se podría deshacer de mí.

Ahora me quedaban por delante largas horas en las que iba a tener que usar mi autocontrol para no darle una patada a alguno de nuestros compañeros cuando lo vieran vestido en esa pobre excusa de ropa que le puso Taehyung. En momentos como estos son en los que añoraba los trajes con saco y corbata discretos que se usábamos en mi época humana. De esa manera nadie podría fantasear con el cuerpo de mi ángel. A quien quiero engañar, aunque Jimin estuviera vestido de esa manera el seguiría llamando la atención de todas las personas que hubiese a su alrededor.

—¿Dónde está tu mente? —los labios de Jimin se posaron en los míos.

—En que deseo que esta noche sea memorable para ti. Después de todo solo se cumple diecisiete años una sola vez— murmuré contra sus labios, volviendo a besarlo con suavidad. Cada vez que nuestros labios se encontraban, no podía dejar de maravillarme de la exquisita sensación que su calor producía en mí.

El corazón de Jeon JungkookWhere stories live. Discover now