El corazón de Jeon Jungkook

Capítulo 6

Habían pasado unas semanas desde la fiesta de té del pequeño Jimin, Hye Sun le estaba dando clases en casa para enseñarle cosas sencillas para su edad como contar o pintar dentro de los bordes.

Hoseok, le había comprado un juego educativo para la computadora. Había decido tocar mi piano mientras ellos lo tenían entretenida en la sala. No pude contener mi sonrisa cuando escuché que la discusión empezó.

—Nam, toca a yo mismo—le dijo Jimin y se podía decir por su voz que estaba molesto.

—Pero te acaba de tocar—se quejó Namjoon

—Toca mí! —le grito

—Namjoon, deja Minnie—le dijo Jin

—Pero no es justo Jin, a él ya le toco, me toca a mí—le dijo molesto mientras veía a Jimin seguir jugando.

—Toca mi—le dijo sacándole la lengua

—No es cierto me toca a mí—le dijo y le quito el control de las manos.

—UNKO TOCA MI! —me llamó gritando al tope de sus pulmones y yo baje las escaleras

—Namjoon, no te da vergüenza pelear con un niño de tres años? —dije tomando a un muy enojado Jimin en mis brazos, de inmediato aferro sus bracitos a mi cuello y dejo su mejilla descansar junto a la mía mientras veía la situación.

Un niño de tres años que a veces parece haber sido traído de uno de los círculos del infierno. ¿No te has dado cuenta? Ese niño es diabólico a veces.

—Gracias—le dije a Jin cuando él le pego en la cabeza.

—Por qué el golpe? —se quejo

—Por quitarle el control al rey de la casa y por lo que estabas pensando—le dijo presumido volviendo a ocuparse en su revista.

—Que ahora lees mentes como Jungkook? —hizo un puchero.

—No es difícil leerte cuando lo tienes todo escrito en tu cara.

—Mira Minnie tengo una solución para tu mal humor, ¿qué tal si nadamos un rato? —le dijo Hoseok.

—No quero—dijo aun molesto.

—Quieres jugar a otra cosa? —lo anime a responder.

—Condido, tu buca—me dijo alegre.

—Está bien yo te busco, con quien te quieres esconder? —le pregunte.

—Hobi—dijo dándole una sonrisa radiante, que él le devolvió de igual manera. Lo tomo en sus brazos como si él se fuera a romper o a desaparecer en cualquier momento.

A veces me daban un poco de celos lo unidos que se habían vuelto ahora que él estaba más seguro de poderse controlar mientras estuviera con él. Jimin irradiaba tanta felicidad que él se sentía atraído hacia él, como un magneto al hierro.

—Vamos a escondernos en un buen lugar—le dijo y él se rio abrazando su cuello.

—No tampa, Unko—me dijo en tono serio, pero con una sonrisa.

—Está bien pequeño, tratare de no hacer trampas—le dije y Hoseok desapareció con el pequeño escaleras arriba

¡Como si pudieras evitar hacer trampas! Pensó Namjoon mientras los seguía con Jin y Taehyung.

Ya conocía la rutina, era la misma de siempre que jugábamos. Cerré los ojos y recosté mi rostro en mi brazo sobre la pared.

—Uno... dos... tres... cuatro... cinco... Listos o no allá voy—grite. Somos vampiros... no necesitamos mucho tiempo para escondernos. Como regla primero tenía que encontrar a el pequeño.