Capítulo 8

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Jin y Namjoon, partieron para una corta luna de miel en Paris. El pequeño Jimin se puso bastante triste al saber que se irían, pero después de muchas promesas de que volverían antes de empezar el colegio el pequeño se quedó tranquilo.

Joo Won y yo habíamos hablado sobre cuánto tiempo nos pensábamos quedar en esta ciudad y si sería conveniente que Hye Sun y él empezaran a figurar como los guardianes legales de Jimin ya que yo difícilmente pasaba por alguien de 26 de años y si decidíamos quedarnos al menos tres años aquí, Jimin aparecería como el resultado de un embarazo adolescente. "El abuelo" de Joo Won fue un médico muy respetado en esta comunidad hace más de sesenta años por lo que no debía de haber problemas. Yo sería su hijo rebelde que no quiere ir a la universidad, mientras los demás aun meditaban que harían con el tiempo libre que tendrían ahora que Jimin iniciara la escuela.

Julio dio paso a agosto y solo quedaban tres semanas para el inicio de clases. Cada día que se acercaba a esa fecha me ponía más nervioso por eso decidimos salir a entretenernos. Jimin, estaba aprendiendo a montar bicicleta sin rueditas de entrenamiento, estábamos aprovechando que era un día soleado. Hoseok y yo habíamos construido un sendero para que el pudiera montar bicicleta sin preocuparnos por los desniveles o las piedras sueltas en su camino.

Lo teníamos todo planeado, yo lo sostendría hasta que tuviera suficiente estabilidad y lo soltaría, pero no dejaría de estar al pendiente para atraparlo, Hoseok le mandaría ondas relajantes, Joo Won estaría pendiente con su maletín en mano por si se caía.

—Vamos, Jimin amor tú puedes. No tengas miedo no te soltare hasta que no sienta que estas listo—le dije mientras "corría" tras de su bicicleta verde sosteniéndolo—Trata de sentarte en el medio—¿Te atrapare si algo va mal, está bien?

—No me dejes caer, Jungkook...—me dijo mientras se acomodaba su casco de seguridad para apretar sus manitos en los manubrios mientras pedaleaba.

—Nunca lo haría amor, además aquí esta Joo Won para cualquier cosa. Va... uno... dos... tres...—le dije soltándolo viendo como lograba estabilizarse por unos minutos antes de empezar a ladearse.

Lo tomé en brazos y le di una vuelta.

—¡Lo hice Jungkook, lo hice! —me dijo muy orgulloso.

—Si pequeño lo hiciste, ya eres todo un niño grande—le beso los cabellos y todos pasaron a felicitarlo.

Nos quedamos el resto de la tarde, viéndolo manejar bicicleta nos quedamos cerca de el para evitar cualquier caída. Cuando cayó la noche Joo Won, Hye Sun, Hoseok y yo nos sentamos en la sala con el pequeño que estaba coloreando

—Hye, en verdad tengo que ir a la escuela—pregunto sorprendiéndonos a todos.

—Si pequeño, debes ir a la escuela como todos los niños a tu edad—le dijo maternalmente.

—Pero no me gustan los niños, ellos me miran feo—dijo sentándose y cruzando sus bracitos

—Es solo porque no te conocen, cuando vayas a la escuela ellos se darán cuenta que eres un pequeñito muy bueno—le dijo inclinándose para acariciarle los cabellos. El pequeño frunció el ceño.

—Pero yo no quiero dejar a Jungkook—dijo y su labio inferior empezó a temblar. Lo tome en brazos y el enterró su cara en mi pecho inhalando mi esencia.

—No me vas a dejar, ni yo a ti... siempre estaré cerca, solo tienes que llamarme y allí estaré—le dije suavemente. Como siempre que mi pequeño y yo tenían este tipo de conversaciones la sala quedo vacía.

—Lo prometes? —me miro anhelante.

—Claro pequeño, tu solo di mi nombre y yo buscare la manera para llegar hasta ti—le bese los cabellos.

El corazón de Jeon JungkookWhere stories live. Discover now