Capítulo 21

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Jimin, pasó una noche tranquilo. Murmuraba mi nombre de vez en cuando como todas las noches. Me sentía tranquilo, la casa se llenó de risas cuando llegó Joo Won y le contaron lo que sucedió con Park, Namjoon, repasó suceso a suceso todo lo que aconteció, teniendo imágenes muy claras de las expresiones faciales de Chanyeol. Lo que causo que yo rompiera a reír, sacudiéndome tan fuerte que desperté a mi ángel.

—¿Jungkook? ¿Ya es de día? —murmuró adormilado.

—No, amor. Disculpa por haberte despertado. Vuelve a dormir—le dije besando sus suaves y cálidos labios.

—Mmmm... ¿de qué te ríes? —restregó sus ojos y bostezo sonoramente.

—Nam, le está contando a Joo Won, lo que pasó con Park—le comenté y él se sentó de golpe.

—Oh cielos, me quede dormido. Después de todo lo que sucedió, me quedé dormido—se lamentó enterrando su rostro entre las manos.

—Amor, no tienes nada de qué preocuparte. Park, no está molesto contigo, lo está conmigo. Te aseguro que me odia completamente—no pude evitar reírme levemente al recordar sus pensamientos contrariados.

—No te rías, Jungkook. —dijo tratando de aparentar un tono serio, pero podía oír la sonrisa en su voz. —Aún no puedo creer que no hubiera entendido que me estaba pidiendo una cita—se empezó a sacudir con pequeñas risas—Cielos, soy un tonto. Pobre Chanyeol.

—Yo no siento pena por él. Eso le enseñará a no meterse con lo mío—pensé muy seguro de mí mismo.

—Lo que es tuyo, ¿Eh? —me preguntó levantando una ceja y me di cuenta que las palabras salieron de mis labios.

—Discúlpame si te he ofendido amor. Nunca pensé que lo estaba diciendo en voz alta—me cortó poniendo sus labios contra los míos.

—Yo soy tuyo, Jungkook. Lo soy desde que me tuviste en tus brazos hace dieciséis años. Nunca nada, ni nadie podrá cambiar eso. —murmuró contra mis labios.

—Oh, Jimin—le dije antes de iniciar un beso que no fue como ninguno de los que habíamos mantenido antes. El haber escuchado de sus labios que el me pertenecía de la misma manera en la que yo le pertenecía a él, fue a la vez un bálsamo para mi frio corazón y combustible para mi pasión.

Acuné un lado de su rostro, recostándolo suavemente sobre la cama, mi otra mano acariciaba su cuello, su hombro, su brazo, el perfil de su pecho, sus costillas, su delicada cintura, su curvilínea cadera, delineé su muslo, acaricié la parte de atrás de su rodilla y subí su pierna a mi cadera.

Necesitaba sentirlo cerca. Saber que, aunque fuéramos especies diferentes, él era la mitad perdida de mi gélido corazón. Solté sus labios y coloqué mi oreja justo donde su corazón latía desbocado cantando para mí.

—Te amo tanto, Jimin. No sabes lo mucho que significas para mí. Desde que llegaste a mi vida, iluminaste mi oscura existencia con tu bello resplandor—sentí sus manos en mi cabello, sus cálidos dedos jugaban con mis mechones, relajándome.

—Vaya... debería decirte... que soy tuyo... más a menudo...—dijo mi ángel tratando de recuperar el aliento. —le sonreí sin levantar la cabeza del lugar donde la tenía apoyada.

Al fin, dudaba mucho poder controlarme más. No sé cuál es peor, sí tu o Jimin. Pensó Hoseok contrariado.

Ya iba a empezar a vomitar, demasiada dulzura. Hay momentos en los que pareces un tonto niño hormonal, hermano. Mañana vamos a luchar con unos osos, parece que te falta. Demasiado amor en esta casa, seguro eso es lo que te está afectando... Los pensamientos de Namjoon siguieron apareciendo a una gran velocidad.

El corazón de Jeon JungkookWhere stories live. Discover now