28. El baile para Lolo

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EL BAILE PARA LOLO

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EL BAILE PARA LOLO

En cuanto veo desde el bar a Lea y a Blake bajando a la piscina, me detengo. Él tiene un brazo sobre sus hombros, como si fueran grandes amigos. Pero ella está pálida, con la cabeza gacha, mientras escucha la bordería que ese capullo le esté soltando.

Se me cae a los pies la caja que llevo en las manos. Lolo se detiene a mi lado y me mira confundido. Sigue la dirección de mi mirada y maldice por lo bajo.

Doy un paso, decidido a darle una paliza si está molestando a Lea, pero Lolo me coge del brazo.

―No voy a dejar que vayas tú, me parece que puedes ser peligroso si se trata de ella. ―Empieza a caminar fuera del bar para entrar a la piscina, se da media vuelta mientras camina y anda de espaldas cuando me dice―: Recoge la caja, y no sirvas esas bebidas las primeras, que tienen gas y si las abres ahora le van a explotar a alguien en la cara.

Vuelve a darse la vuelta.

―¡No soy idiota!

―¡Por si acaso!

En otro momento habría sonreído por su respuesta, pero estoy más pendiente de qué hace Lolo para apartar a Lea de Blake.

Se acerca a ellos, tan encantador como siempre y coge a Lea de la mano, haciendo que se detengan. Blake tensa la mandíbula, pero Lea parece aliviada al verle llegar.

Lolo tira de ella mientras dice algo, pero Blake la acerca más a él. La sonrisa de Lolo desaparece y aparta el brazo de Blake de los hombros de Lea con un gesto brusco. El cuerpo de Blake se tensa, pero da un paso atrás y empieza a alejarse, fuera del recinto de la piscina.

Lea se acerca a Lolo y empiezan a caminar a la verja que conecta con el bar. Los alcanzo a medio camino. Ella levanta la cabeza para mirarme, pero falta su sonrisa. La alejo de Lolo para abrazarla con fuerza. Lea me rodea la cintura inmediatamente, haciendo que sienta que soy lo único que la retiene a mi lado.

―Me siento estúpida ―susurra.

Abro mucho los ojos y le pongo las manos en las mejillas. La obligo a mirarme.

―¿Qué ha hecho?

Siento mi cuerpo tensarse, las ganas de pegarle una paliza a ese tío aumentando. No me puedo creer que sea capaz de hacerla sentirse así, tan pequeña y vulnerable, cuando la que debería poder hacerlo es ella.

No comprendo quién fue él para ella como para que le pueda influir tanto, y de tan mala manera.

Ella niega con la cabeza.

―Él... él no debería poder hacerme sentir tan mal... Yo no debería... no debería dejar que lo hiciera...

Veo las lágrimas crecer en sus ojos, baja la cabeza para que yo no pueda verle la cara. Se me forma un nudo en la garganta. Voy a coger su mano de nuevo cuando empieza a alejarse rápidamente.

Cuando la luna encuentre su lugar. [✓]Where stories live. Discover now