Capítulo 19.

4.4K 352 42
                                    

Capítulo 19: El significado de Thea.

Thea.



Las sensaciones que tanto buscaba comienzan a aparecer cada nada cuando tengo a Lucas cerca, y eso es la mayoría del tiempo.

Me da un poco de miedo que él llegue a notar que quizás estoy comenzando a sentir algo por él, o que ya lo estoy sintiendo.

La antigua tarde cuando me susurró que le prometiera que nunca iba odiarlo me hizo preguntarme, ¿Cómo puede si quiera pensarlo? Odiarlo a él sería como odiar una parte de mí.

Y desde que regreso solo ha comenzado a crecer lo mucho que lo quería, como si aún con todo lo que ya lo hacía no bastara, como si el simple hecho de tratarse de él debiera ser sin límites.

Sé que Lucas lidia con muchas cosas, también sé que la forma en la que se siente en esas peleas no es la adecuada, pero por más que me esfuerce en juzgarlo no puedo.

No sabes cuánto quieres a alguien hasta que intentas odiar sus defectos y no puedes hacerlo, justo en ese momento te das cuenta que esa persona podría hacer cualquier cosa en el mundo y tú seguirías ahí, incondicionalmente.

Hoy hemos decidido hacer una fogata en su jardín, mis padres están de turno y los suyos deben haber llegado hace un rato y están encerrados en su habitación.

La última semana había sido estresante con tantas tareas por eso en cuento el pelinegro me contó su idea para esta noche no pude negarme.

Lo veo acomodar la leña para encender la fogata mientras yo busco cojines para colocar en el suelo y no congelarnos al sentarnos en el césped frío.

Hemos comprado malvaviscos y un par de golosinas, lo mejor de hacer planes con Lucas es que todos son geniales si estamos juntos.

—Encender una fogata es más difícil de lo que se ve— rompo el silencio al verlo esforzarse sin obtener resultado.

Lo intenta un par de veces y comienzo a ver qué pierde la paciencia.

—Sera mejor que esperemos un poco o esa fogata acabara regada en todos lados— se deja caer a mi lado.

El frío de la noche me hace temblar y lo veo quitarse su chaqueta para colocarla sobre mis hombros.

—Debimos pensar primero si eras capaz de encender esa cosa— señaló la leña frente a nosotros que acomodo Lucas.

—Puedo hacerlo— rueda sus ojos— soy capaz, solo debo tomarme mi tiempo.

Suelto una risa al escucharlo, hace un momento estaba muy cerca de acabar con todo por no poder hacerlo.

—Si lo logras en el primer intento haré tu tarea por un día— lo reto.

Sonríe posando sus ojos en los míos.

—Por una semana completa— extiende su mano—. ¿Hecho?

—Te dije que un día, y tú sales con una semana— ruedo mis ojos.

Lo veo esbozar una sonrisa.

—Soy un ser muy avaricioso— se encoge de hombros.

—De acuerdo, una semana— acepto— pero enciende eso rápido o terminare congelándome.

Él se levanta con una sonrisa intentado encender la fogata.

Solo un intento y es como si la vida estuviera a su favor, logrando que encienda sin tener que intentarlo nuevamente. Levanta una de sus cejas en cuento el fuego aparece y la sonrisa de suficiencia con la que se sienta a mi lado me causa gracia.

Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)Where stories live. Discover now