Capítulo 8.

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Capítulo 8: Cena con los Sloan.
Lucas.



Mentirle a Thea fue algo que me costó, pero no quería hacerla sentir peor si sabía que había sido el causante de los golpes de ese chico o peor aún, que estaba siendo un idiota metiéndome en problemas para que volviera a irme.

Sabía que vivía constantemente pensando que mi padre volvería a enviarme, y yo pensaba que en algún momento dejaría de hacerlo, ya que ese internado no había cambiado nada en mí.

Pero solo por Thea hacia el esfuerzo de quedarme, al menos este último año que tanto deseaba que acabáramos juntos.

Por otro lado sabía que mi padre seguía esperando que estuviera en problemas y fingir que al menos tenerme en un costoso internado servía de algo, cuando lo hacía pero en todo lo contrario a lo que él pensaba.

Es absurdo, es como cuando encierran a alguien en la cárcel por algo diminuto como robar una cartera. No digo que esté bien lo que hizo y que no merezca un castigo, solo que la solución estúpida de la humanidad de encerrarlo con otras personas que habían cometido lo mismo o cosas peores sumaban lo malo con lo malo, y todos sabemos lo que sucede cuando unes negativo con negativo.

En su idea de volverlos buenos y restarles la poca maldad que tenían, le sumaban y a veces le sumaban demasiado convirtiendo gente que hasta ese momento solo comenzaban a ser malos, en criminales de verdad.

Sin darse cuenta que ellos mismos aumentaban lo que tanto deseaban disminuir.

Lo mismo sucedía en el internado, siempre existen personas peor que tú. Unas que te joden tanto que te hacen sacar lo peor de ti para devolverles los golpes con más fuerza, ya que todos tenemos esa alerta de supervivencia.

Y todo chico problemas por muy poco que lleve siéndolo odia que alguien pueda pisotearlo, más cuando eres tú quien pisotea a todos.

Lo que más tenían los chicos como yo era orgullo, y ego. Siempre pensábamos que éramos los mejores y nadie podía jodernos o le joderiamos la vida el doble.

Cosa que siempre terminaba siendo un ciclo, conocías a un problemático que te daba en las narices y luego tú le devolvías el golpe con más fuerza, creando así un ciclo interminable de quién iba sumando puntos a ser mejor.

En el internado creaban grupos, los mejores solían ser más respetados y no peleaban entre ellos una vez que formabas parte del grupo, era una forma de llevar poder y hacer que los menos problemáticos desearan subir de nivel para ser respetados y no humillados, era allí donde te dabas cuenta si realmente te gusta ser un chico problemas o solo fingías serlo.

Por mucho que intentarán mantener el orden en el internado siempre existían las grietas y los momentos donde solo los internos hacían lo que querían.

Ya saben, por mucho poder que tengas siempre hay alguien que tiene más, por muy malo que seas siempre existe alguien más malo que tú.

Al principio todo parecía ser como mi padre me había explicado, hasta el momento donde fui conociendo más la forma del grupo de los mejores, ellos mandaban cuando los demás se daban la vuelta y sus órdenes eran más seguidas que las de los mismos encargados del internado.

Logré formar parte de los mejores ganando peleas, aprendiendo y observando como lo hacían para estar en el grupo, solo tarde poco tiempo en ser uno de los respetados y forma parte de los mejores.

Notando que era bueno en las peleas, que golpear no me hacía sentir mal, lo disfrutaba y solo bastaba que me hirieran el ego para sacar lo peor de mí.

Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)Where stories live. Discover now