Capítulo 3.

6.4K 394 114
                                    


Capítulo 3: Tu chófer personal.

Thea.


—¿Donde dejaste mi falda?— entro a la habitación de Liseth cruzandome de brazos.

Ella sigue con sus ojos cerrados, aún si ya van hacer las 11 de la mañana, parece un oso, si no está en la calle, está comiendo o durmiendo.

—¡Liseth!— me acerco moviéndola para que despierte.

—5 minutos mamá— murmura quedando boca abajo.

Cierro mis ojos, hay una cosa que la vida te obliga hacer y es tenerle paciencia a los hermanos, no hay de otra.

—Lis— vuelvo a moverla— despierta.

Abre un poco sus ojos y espero a que se despierte de un todo.

—¿Que pasa?— se sienta pasándose las manos por los ojos— estamos en vacaciones aún, las clases comienzan mañana.

Vuelve a acostarse pero esta vez sin cerrar los ojos.

—Son las 11— le digo— ¿Dónde está mi falda? La busque en mi habitación y no está, esa que es negra de cuadros.

—En casa de Félix— abro mis ojos como platos.

—No me mires así, a veces hago cosas a escondidas de nuestros padres— mira hacia el techo— como decirles que fui a dormir a casa de una amiga y en realidad dormir en casa de Félix.

No digo ninguna palabra hasta que ella rueda sus ojos.

—Nuestros padres son geniales, pero quiero ahorrarme la charla sobre sexo.

—Igual la tendrás— le aseguro sentándome en su cama— yo la tuve y eso que nunca me han conocido un novio.

Se vuelve a sentar encogiéndose de hombros.

—Solo me he quedado una noche— apoya su cabeza en mi hombro— y se que tendré esa charla pero quiero que por lo menos sea conmigo nada más, no quiero escuchar a mi padre decirle a mi novio cómo utilizar un condón.

Suelto una risa.

—Traumático.

—Demasiado— reímos juntas.

No se como lo logra pero terminó acostada en su cama mientras enciende el televisor haciéndome ver uno de sus tantos doramas, reímos y lloramos en las partes tristes.

Cuando quiero darme cuenta ya son las 3 de la tarde y decido volver a mi habitación dándome un baño y buscando un vestido color rosa.

Paso las manos por mi falda para que no pueda notarse ni una sola arruga y justo en ese momento escucho que tocan el timbre.

—¡Thea, ve abrir!— grita Lis desde su habitación.

Desde que se despertó solo busco comida y volvió acostarse, asegurándome que su último día de vacaciones sería de esa forma.

Nuestros padres se encuentran trabajando y llegarán en la noche.

Ubico mis sandalias en una esquina y bajo rápido cuando el timbre vuelve a sonar.

Abro la puerta encontrándome con Lucas, luciendo un pantalón negro y una camiseta de rock.

Una sonrisa se forma en sus labios, guardando sus manos en los bolsillos.

—Extrañaba hacer esto— posa sus ojos en los míos.

Extiende su mano en un puño hacia mí recordándome nuestro saludo.

Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)Where stories live. Discover now