Capítulo 12 : La llamada de Peter

98 14 8
                                    


Stella no habló, entró en la casa de inmediato, no estaba dispuesta a que le dijeran nada más. Al llegar al despacho de su tío, este le indicó que se sentara.

—La directora Maxwell nos ha vuelto a llamar y los Wells—mencionó Olimpia.

—Lo suponía—se limitó a decir Stella.

—No te creas que no sé lo que ocurre aquí jovencita—dijo Olimpia.

—Primero, ¿ cómo se te ocurre ir a casa de los Wells después de lo sucedido? —preguntó Ander.

—Solo quería arreglar las cosas, un hombre inocente iba a perder su trabajo—contestó Stella.

—Tenías que hacerte la heroína, no pienses que me trago eso de que tú has colgado esos carteles, te conocemos lo suficiente para saber que eso no es cierto—aseguró Olimpia.

—No sabéis nada, hice lo que creí que era mejor para todos y ya he pagado las consecuencias—confirmó la joven.

—Has dejado de tener una buena posición social, ya no podrás ser la reina de Inglaterra, nuestra reputación se ha ido y además te han expulsado y todo por un chico—le recriminó Ander.

—No todo por un chico, he hecho lo que creía correcto y cumpliré con las consecuencias—comentó convencida de sus palabras.

—Y más que va a ver, no supongas que estar expulsada te exime de más castigos por tus acciones. No te vas a quedar atrás este curso, me da igual lo que hagas, pero no vas a quedarte atrasada. Voy a hablar con la madre de Vanessa para que tengas que hacer tareas y estudiar, aunque no puedas ir a clase. Además, opino que alguien se va a quedar sin fiesta de cumpleaños—dijo Olimpia quien estaba molesta.

—Son mis dieciocho y solo quedan unas semanas para ese día—aseguró la princesa.

—Lo sé, también sé que iba a ser un día especial, pero por ahora, queda cancelada—dictó su tía definitivamente.

—Y por favor, no vuelvas a visitar a los Wells sin permiso. No volverás a dejarnos en evidencia de esta forma—declaró Ander.

—Y una última cosa, no vas a ir a ninguna parte sin que lo sepamos a partir de ahora. Y si crees que al no llamar a Charles te será más sencillo evitarnos, bueno, no quiero tener que hacerlo, pero te pondré un busca en el móvil y no podrás desactivarlo—comentó Olimpia.

—Está bien, ¿puedo irme? —preguntó Stella.

—Sí, aunque no vamos a olvidar nada de todo esto tan fácilmente—aseguró Ander.

Había pasado una semana desde que Stella había ido al despacho de la directora y le había contado que ella había colgado aquellos pósteres. Una mentira que le había costado la expulsión de Crown Hill y un control absoluto por parte de sus tíos. Solo había tres personas que sabían que ella no había tenido nada que ver con ese asunto, Izan, Peter y quien había colgado esos pósteres realmente. 

Stella se encontraba en la casa de Vanessa Hellwater. Su tía Olimpia había hablado con la madre de su amiga para obligarla a seguir al día con sus clases, así que ahora y durante el próximo mes iba a ir a casa de Vanessa tres veces por semana, para que hicieran tareas juntas; lo cual Stella veía innecesario, ya que Vanessa podía mandarle todo lo que necesitaba saber a través de su móvil, pero, eso no les bastaba.

—Puedes hacerlo Vanessa no es tan complicado—aseguró Stella.

—Eso es fácil para ti, se te da igual de bien incluso cuando no puedes ir a clase—dijo la condesa de noruega, que estaba celosa porque a Stella se le daba mejor la química.

Confesiones de una princesaWhere stories live. Discover now