|Y o S í T e C r e o|

20 5 5
                                    

 |Yo Sí Te Creo|

═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

Emma.

Cierro la puerta tras de mí, quedándome estática en mi lugar. Cierro los ojos buscando serenarme para poder continuar mi camino hacía el automóvil. Ignorándolo, paso por su lado, y me toma del brazo, deteniéndome.

—Emma. — se coloca frente a mí, tapando mi camino. No me queda más remedio que detenerme, evitando mirarlo. — Dijiste que te encantaban las galletas con chocolate y te los compre, tus favoritas.

—Lo recuerdas... — murmuró, incapaz de decir algo más.

Miro los objetos en sus manos y mis tripas rugen, él se da cuenta y me mira con una sonrisa, en ese preciso momento me encuentro deseando que la tierra me trague y me escupa en china o en Rusia, me conformo con lo que sea.

—No es necesario que digas nada, solo tómalo. — dice, lo miro indecisa. — Por favor, Emma. — pide.

—Está bien. — cedo, con una enorme sonrisa me da las cosas que tiene en sus manos, hace ademán de acercarse y doy un paso atrás. — No me presiones.

—No pienso hacerlo, simplemente tienes una hoja en el cabello. — murmura. —Justo aquí. — Estira su mano hasta que sus dedos rosan mi rostro para quitar la hoja, me la enseña antes de dejarla caer al suelo. — ¿Nos vemos en la escuela?

—Es lo más probable. — musito, me da una sonrisa para irse a su camioneta, dejándome el paso libre para ir a la mía, entro al asiento del conductor, quedo inmóvil durante unos segundos, mirando las galletas y el chocolate. —Son mis favoritas.

Me siento de mil maneras distintas y cada una es peor que la anterior. Podría empezar con todas que son sinónimos de enojo, después de dolor, de emoción y siento que voy a explotar por tanto que siento.

No sé ni que pensar en este momento, Drake dándome chocolate y galletas, Ethan recuperándose de una leve contusión cerebral y yo aquí, siendo una simple mortal que no puede con tanto. Además de que en este momento estoy molesta con ambos, en primer lugar, porque mi vecino lo arruino todo.

En segundo lugar, porque el segundo me mintió. O espero que lo hiciera, creo que sería más llevadero, sí, prefiero que me mienta antes de que me decepcione, algo patético de mi parte, debo de ser más fuerte pero no puedo.

Sostengo el volante decidiendo que haré desde ahora, no huiré, demostrare que puedo con la situación y que esta mierda no me supera. Soy Emma Prue, claro que puedo enfrentar la situación.

No es complicado, iras allí, sonreirás, buscaras la respuesta y solo así podrás estar segura de que diablos ocurre, claro y hablaría con Lía, necesitaba saber a sonde iba eso de que siempre sabía que ocurría en mi vida.

Lo primero sería Lía.

Ella tenía respuestas, yo las escucharía encantada, no importa si pierdo alguna clase, alguien tendría las notas del módulo, no sería tan complicado conseguirlas, no cuando las personas quieren puntos extras en español.

Me estación y busco a la pelinegra con la mirada, no demoró en encontrarla y cuando lo hago, camino hacia ella de manera apresurada, sujeto su brazo con firmeza, sobresaltándola.

— ¿Qué está ocurriendo Lía? — averiguo, abre la boca varias veces, buscando coordinarse para hablar y responder. — Siempre tienes algo que decir, ahora hazlo.

—Escúchame, Drake no te miente Emma, enserio le gustas, no es simplemente un juego para él, mucho menos una competencia. Te diré por qué lo sé, no te preocupes por eso, es algo extenso y largo de contar, así que lo resumiré.

Perfectamente ImperfectosWhere stories live. Discover now