capítulo 25 final.

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No me importó la hora que era. Me vestí con lo primero que encontré y salí de casa lo más rápido posible para ir al hospital.
Al llegar entré corriendo y encontré a Gabi, Zed y la mamá de Jennifer sentados.

-¿Cómo está?- preguté apenas llegué. Lucia me miró y se paró para darme un fuerte abrazo el cual correspondí.

-E...está muy mal. Los doctores dicen que su corazón está muy débil- mis ojos se llenaron de lágrimas, pero traté de ponerme bien.

Ella estará bien. Yo lo sé.

-¿Puedo verla?- pregunté después de separarme de ella y saludar a Gabi y a Zed.

-Aún no- dijo limpiando sus lágrimas- dicen que tenemos que esperar unas horas.

Asentí y me senté a su lado. Las horas parecían años y eso me desesperaba. Cuando dieron las seis de la mañana, un doctor se acercó a nosotros y nos dijo que podíamos entrar a verla pero de uno.
La primera en entrar fue su madre y Gabi, Zed y yo nos quedamos afuera.

-Te traje un café cuando dormías- me dijo Gabi y se lo agradecí. Tomé un sorbo y La madre de Jenni salió con lo que parecía un sobre en sus manos y primero entró Gabi, luego Zed y al salir me dijo que Jenni me quería verme.

Al entrar me se partió el alma al verla conectada a tantas máquinas, luchando por su vida... Y yo sin hacer nada.

-Aiden- dijo con voz algo apagada y una media sonrisa.

Le sonreí con lágrimas en los ojos y me acerqué a su lado, me senté en una silla, tomé su mano y deposité un pequeño beso en ella.

-¿Cómo te sientes, enana?- la miré y ella sonrío.

-Mal... Los doctores dicen que ya no hay nada más que hacer.

-Tú tienes que luchar.

-Lo hice Aiden. Lo estoy haciendo, pero ya no soy tan fuerte- lloró y yo traté de ser fuerte por ella, pero verla en estas condiciones me mataba por dentro- si no salgo de ésta, quiero que sepas que eres lo más importante en mi vida. Y quiero que sigas adelante con tu vida.

-Bo hables como si te despidieras... Por favor- más lágrimas se acumulaban en mis ojos.

-Tengo que hacerlo, Aiden- levantó un poco la voz- en mi situación siquiera posiblemente muera dentro de minutos. Y no me quiero ir sin haberte dicho lo que siento- pasó su mano por mi rostro y los dos lloramos- te amo tanto.

-Yo te amo más de lo que te puedes imaginar- miré esos hermosos ojos verdes, sin saber que sería la última vez.

Y esa fue nuestra despedida.

Ella poco a poco fue cerrando sus ojos y las máquinas comenzaron a hacer sonidos raros.

-Jenni, abre los ojos- la tomé más fuerte de la mano pero no respondía y la máquina que indicaba los latidos de su corazón se estaba volviendo una línea.

La estaba perdiendo.

-Enana- lloré- abre los ojos.

Unos doctores entraron y me sacaron del cuarto y quedé fuera junto a los demás.

-¡¿Qué pasa?!- gritó desesperada la madre de Jennifer cuando salió el doctor y el negó con la cabeza. Diciendo lo que jamás pensé que escucharía.

-Jennifer no sobrevivió, lo siento mucho.

-¡No, mi niña no!- gritó Lucia y la abracé tratando de consolarla, pero estaba igual o peor que ella- mi niña no. Ella no.

-Dios- Gabi abrazó con fuerza a Zed.

La había perdido... La chica que amaba ya no estaría conmigo.

(...)

Fue tan duro admitir que Jennifer, mí Jennifer se había ido. Que ya no escucharía su voz, su risa. Ya no vería sus ojos tan verdes, su tatuaje... Que ya no la vería más.

-Aiden, ya es hora de irnos- miré por última vez aquella lápida que llevaba escrito su nombre y antes de irme susurré "siempre estarás en mi corazón".

Y me fui con mi madre camino al aeropuerto. A empezar una nueva vida en la universidad y seguir adelante, como me había dicho aquél día Jennifer, mi dulce enana.

Fin.

Un Amor Para RecordarWhere stories live. Discover now