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Jennifer

A la mañana siguiente nos despertamos temprano para ir a desayunar. Y como no permitían animales en ningún lugar, tendríamos que dejar a lukey aquí.

Aproveché que Aiden se encontraba en el baño para poder peinarme, no quería que notara que mi cabello se caída. Pero cada vez era más difícil de ocultarlo.
Mientras me peinaba sentí un fuerte dolor en mi abdomen, pero siempre me daban en el pecho lo cual quería decir que el cáncer estaba avanzando, por lo cuál tenía que tomar los medicamentos que el doctor recetó. No serviría, pero por lo menos necesitaba sentirme bien hoy.
Cuando estaba por meter la pastilla en mi boca, Aiden salió del baño y me miró curioso.

-¿Qué haces?- me preguntó mientras pasaba su mano por su pelo.

-Me duele un poco la cabeza y estaba por tomar algo para que se me pasara- mentí. Él al parecer lo creyó ya que no me preguntó más y lo agradecí internamente. Tomé la pastilla, cuando estuvimos ambos listos dejamos a Lukey y nos fuimos a una cafetería.

En el camino no dejaba de aspirar su aroma, el cual adoro y se encontraba por todo el auto.

Al entrar a la cafetería, el olor a café invadió mis fosas nasales. Nos sentamos cerca de la ventana y perdí en mi mundo mirando a la gente que pasaba, y apenas noté que Aiden me hablaba.

-Lo siento, me distraje.

-Ya lo note- sonrío- ni notaste que la muchacha está esperando tu orden- señaló con la cabeza a la chica que se encontraba parada y yo me disculpé y pedí mi orden.

Luego de desayunar volvimos a casa y nos la pasamos toda la mañana haciendo estupideces. Por ejemplo, que me puse un labial que era demasiado rojo, que me había regalado Gabi y llené su cara con marcas de besos. Y cuando besé sus labios él tomó una foto.

La mañana pasó muy rápida entre risas y bromas, hasta que llegó la hora del almuerzo.
Comimos en la casa y luego decidimos ir a caminar al lago.

Llevaba a Lukey en mi brazo izquierdo mientras que con el derecho tomaba la mano de Aiden. Solté a lukey, el cuál corrió por todos lados, pero no se alejaba mucho, solté la mano de Aiden y me quité las zapatillas para meter los pies en el agua.

-El agua está espléndida- dije mirando mis pies metidos en el agua. Luego miré Aiden el cual se encontraba sin camiseta y sin zapatos- ¿qué haces?.

-Ne voy a meter al lago- me sonrío y se sacó los pantalones quedando solamente en bóxer- métete conmigo- hizo puchero.

-No tengo ropa de baño.

-Yo tampoco- movió sus cejas con picardía.

-No me meteré con ropa interior- creo que me había sonrojado un poco. Tenerlo frente a mi semi-desnudo no ayudaba.

-No hay nada que no halla visto- se acercó y me abrazó por la espalda.

-Eres idiota- me reí al recordar lo que pasó cuando fuimos de campamento.

-No seas mala- dijo sin dejar de abrazarme- lo dije mil veces... Pero me encanta tu tatuaje- como hoy hacía un calor me había puesto una remera que dejaba mis hombros descubiertos.

-Bien... Me meteré- él me soltó y me miró con una sonrisa triunfante. Me quité todo quedando sólo en ropa interior y me metí junto a Aiden.

Nadamos un rato largo hasta que el sol comenzó a meterse y salimos, nos pusimos la ropa sin importarnos que estuviéramos mojados y fuimos a la casa para prepararnos porque dentro de unas horas conocería a mi banda favorita.

(...)

Nos encontramos en la fila para entrar a la arena en donde tocarían los chicos.
Mi corazón latía cada vez más fuerte mientras la fila se movía.
Aiden al parecer lo notó, ya que tomó mi mano y le dio un ligero apretón.
Lo miré y el me regaló una sonrisa, de esas que amaba tanto.
La fila seguía moviéndose y yo apreté con fuerza la mano de Aiden.

-Tranquila, enana- me abrazó y casi hizo que mi bandana se saliera de mi cabeza.

-E que conoceré por fin a los cuatro chicos que más amo.

-¡Ey!.

-Los cuatro chicos que más amos... Después de ti.

-Oww -sonrío y me dio un corto beso.

Y cuando menos lo pensaba, nos encontrábamos dentro de la arena...

Un Amor Para RecordarWhere stories live. Discover now