capítulo 11

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Jennifer

Al fin la clase habían terminado. Ahora me tocaba educación física, pero como tenía cancer no podía hacer actividades físicas.

-Sólo dile que me siento mal, que la próxima clase iré.

-Está bien- dijo Gabi suspirando- tendré que estar sola.

-No es verdad, estarás con Zed- dije moviendo mis cejas y sonriendo. Gabi estaba mas roja que un tomate- ¿tanto te gusta?

-La verdad, me vuelve loca. Con cada sonrisa, cada mirada me enamora más.

-Ooooh- junté mis manos y la miré con ternura.

-Ya- dijo sonrojada,s acó su celular y se fijó la hora- tengo que irme- nos despedimos y me fui a dejar unos libros en mi casillero.

Los pasillos estaban vacíos, ya que todos estaba en clases... O eso pensé. Escuche voces al final de éste, creo que estaban discutiendo.

-Basta,no le diremos nada...- dijo la voz de una mujer, la cual reconocía perfectamente; era Camila. Me oculté en otro pasillo y traté de escuchar.

-Se lo dices tú o lo haré yo- dijo la voz de un chico. No podia verlo ya que él se encontraba de espaldas.

-No te atreverías- dijo Camila desafiante. Él no dijo nada y miró a un lado. Abrí mis ojos sorprendida... Era Michael.

Aiden

Estaba en educacion física, Michael se estaba tardando y Jennifer no vendría, ya que según Gabi se sentía mal.

-Bien, formaremos parejas de a dos- dijo el profesor y todos comenzaron a buscar pareja- yo las escogeré.

Todos protestaron, el profesor no le importó y comenzó a formar las parejas. ¡Genial!. De todas las personas justamente tenía que ser él.

-Harrison... trabajarás con Jones.

Aaron se puso a mi lado.

-Genial- dije en un susurro.

El profesor dio las tareas y comenzamos a hacerlas. Primero teníamos que hacer abdominales.

-Oye Aide, quería hacerte unas preguntas... sobre Jennifer- dijo Aaron.

-¿Qué?-dije seco.

-Como qué flores le gusta y esas cosas.

-Rosas rojas, odia que los chicos usen demasiada colonia, prefiere los helados antes que los chocolates y le gusta mucho ir al parque de diversiones.

-Vaya, sí que sabes sobre ella.

-¿Para qué quieres saber?.

-Es que en serio me gusta mucho- paré en seco y lo miré serio. ¿Le gustaba, Jennifer?. Pero la pregunta importante era, ¿por qué me sentía cómo la mierda?.

-Señor Harrison vuelva a los ejercicios- dijo el profesor he hice lo que dijo.

Michael llegó tarde, así que el profesor no lo dejó entrar al gimnasio. Así que estuve que estar con el idiota de Aaron.

(...)

-Tenemos que ir de compras- dijo Gabi mirando la ropa que tenía en mi armario.

Hoy por fin era viernes,eso significaba que saldría con Aaron. Él dijo que usara ropa cómoda, así que no tardaría mucho en encontrar algo para usar esta noche.

-Bien- tomé mi chaqueta, el celular y un poco de dinero- hora de las compras.

Cuando llegamos, entramos a unas pocas tiendas.

-Mira- dijo Gabi señalando una vidriera. Allí se encontraba una remera de 5 seconds of summer.

-Me la compraré.

Entré, le pedí a una empleada la remera y la compré.
También compré unas vans negras, unos short de jeans y una camisa a cuadrilles roja y negra.

Al teminar Gabi me llevó a casa. Me despedí de ella y entré.

-Hola, cielo- dijo mi madre saliendo de la cocina.

-Hola, mamá- besé su mejilla- llegaste temprano.

-Sí, es que no hubo mucho trabajo hoy- miró mis bolsas confunfida- ¿saldrás con alguien?

-Sí, con un amigo.

Ella me abrazó- me alegra que sigas normalmente tu vida- dijo a punto de llorar.

-Gracias mamá, pero por favor no llores.

Ella se separó y me sonrió. Le dije que iría a cambiarme, así que subí y comence a sentirme un poco mareada. El doctor dijo que si eso pasaba tomara la pastilla. Mire el frasco y sonreí amargamente, ¿para qué me daban esto si sólo funcionaría por unos meses?. La tomé y me alisté. Cepille mis dientes, me maquillé un poco, dejé mi pelo suelto y me coloqué un poco de perfume.

-Hija, te buscan- gritó mi madre.

-Voy- me miré por ultima vez, tomé mi celular, algo de dinero y bajé a la sala.

Aaron se encontraba en la puerta junto con mi madre. Estaba vestido con una camisa negra, jeans azules gastados y zapatillas negras.

-Suerte- me dijo mi madre, se despidió de Aaron y luego de mí.

-Hola- dije colorada.

-Estás guapísima- dijo mirándome de la cabeza a los pies.

-Gracias. Tú estás muy guapo.

-Te traje esto- dijo y me entregó una rosa.

-Aaron, muchas gracias.

Llevé la flor a la cocina y lo puse en agua.
La dejé sobre la mesa y fui de nuevo a la entrada.

-¿Lista?- cerré la puerta y lo miré.

-Sí- cuando vi en lo que iríamos me quedé inmóvil.

-¿Nunca fuiste en moto?- noté un toque de diversión en su voz.

-N...no

-Ven- tomó mi mano y me guió hasta la moto- es divertido. Prometo ir despacio.

-Está bien- lo seguí, él se subió y yo hice lo mismo. Estaba tan nerviosa que lo abracé por la cintura y lo sentí reírse.

-No tengas miedo- dijo mientras encendía la moto.

Un Amor Para RecordarWhere stories live. Discover now