EPILOGO.

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(***)

5 años más tarde.

Septiembre 5 2026, hoy serian 5 años de la muerte de Aurora, a un año de su muerte me mudé a un departamento nuevo algo lejos de Stanford, en la casa aún están muchas de sus pertenencias, esas que nunca pude tirar porque sabía que en algún momento querría escuchar su voz o verla por nueva vez. Me tomó cinco años tener la valentía para querer oírla de nuevo. Recordé que ella casi todo el tiempo solía filmarse, Maya dice que ella lo llamaba su video diario y que muchos de ellos estaban dedicados a alguien, creo que hoy es el día de entregar lo último que queda de ella.

No me siento listo para esto.

Manejé desde mi nueva casa hasta Stanford solo para abrir, luego de cinco años, una caja de recuerdos que antes solía ser mi casa, nuestra casa. El polvo inundó mi nariz cuando abrí la puerta, pero al mismo tiempo aún seguía percibiendo ese singular aroma de cereza, por un momento sentí como que Aurora saldría en el pasillo de arriba y me brindaría una de sus cálidas sonrisa, mi espera fue en vano, porque sé que no pasará ¿cuántas veces no hice esto el primer año sin ella?

Caminé por la casa mientras los recuerdos invadían mi mente, ella estaba tan vívida como si hubiese sido ayer; abrí nuestra recamara y observé algunas de las fotos que no fui capaz de llevarme, una de ellas era en la que estábamos Cristina, Maya, Ezra, ella y yo, Aurora lucia feliz y radiante con Valentina en sus brazos, tomé la fotografía y la sentí conmigo.

—aún te extraño— le susurré a la fotografía.

Volví a dejarla sobre la pequeña repisa y abrí el closet, en el que aún quedaban algunos de sus vestidos y en los cuales, a pesar del polvo, podías oler las cerezas silvestres; ahí mismo me encontré con la que solía ser su laptop y un pequeño pendrive en el que ella solía almacenar los videos, tomé ambos y me dirigí al primer piso donde me encontré con Maya, Ezra y la no tan pequeña Valentina.

—alguien ha crecido mucho los últimos dos años— dije al ver a la niña entrar a la casa.

— ¡tío! — exclamó ella y se lanzó a mis brazos, me reconforta ver que aún me recuerda.

—River, ha pasado mucho tiempo ya— dijo Ezra antes de darme un abrazo.

—demasiado tiempo— respondí— no era capaz de volver, que conste que lo hago porque ustedes me lo pidieron.

—lo sé— respondió caminando a mi lado— Maya se obsesionó con que quería ver los videos que Aurora grabó hace años.

—pues le alegrará saber que tanto la laptop como el drive aún funcionan.

—Theo ¿cómo has estado? — me saludó Maya cuando volvió a entrar junto con Cristina y su hija Karina.

—digamos que viviendo— la abracé.

—ojitos de cielo— exclamó Cristina acercándose a mi— te ves estupendo.

—gracias, Cristina— le di un beso en la mejilla— ¿están todos listos para desenterrar memorias?

Los primero videos que abrimos iban dedicados a su mejor amiga y hermana Maya, todos lloramos al volver a oír su voz por nueva vez, mi pecho se endureció y dejé de respirar unos minutos al ver su sonrisa, al escuchar su voz de nuevo y saber que no es un sueño. Vimos varios videos de cuando ella salía con Ander, algunos nuestros que ella grabo en el transcurso de nuestra relación, vimos a la sentimental Aurora y a la furiosa Aurora en más de un video. En uno de ellos, que fue grabado luego de que ella se mudara conmigo, tenía en brazos a Valentina de apenas unos tres meses, otros que hizo para Cristina antes de ser su amiga, esos nos hicieron reír mucho, y después de ser su amiga, con esos lloramos un poco.

AURORA© || ✔||Where stories live. Discover now