CAPITULO 24 (Final).

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(***)

THEO.

Luego de meses en los que me sentí un total inútil por permitirme perder a Aurora, por fin la tengo a mi lado y esta vez parece ser permanente. Hace dos meses, justamente el día de la graduación de Ezra, su hermano, ella se mudó en mi pequeña casa ampliando más mi mundo y haciéndome tan feliz.

Esta mujer se convirtió en todo para mi desde que la conocí bien, desde que supe que quería pasar el resto de mi vida a su lado, hemos tenido nuestras altas y muchas bajas, pero seguir luchando es lo único que nos queda a ambos. Ella toma clases nocturnas mientras que de día trabaja y yo por el contrario tomo clases diurnas mientras que por las noches participo en carreras para Axel West, un chico de apenas dos años más que yo quien me encontró por los videos de las carreras que hacía para Ariana.

Hoy volví a casa temprano, la carrera no duró mucho y aunque quedé en segundo lugar tuve una buena ganancia que estoy destinando a un fondo para comprar una casa más grande, mi lucecita se lo merece. Cuando aparqué el auto en la pequeña cochera compartida, vi que las luces de la cocina estaban encendidas, Aurora ya se encontraba en casa y me emocionaba siempre llegar y saber que ella estaría ahí esperándome, aunque sea dormida sobre el sillón o la cama.

—creí que estabas dormida— dije mientras colocaba las llaves en su lugar— ¿qué haces ahí tan sola? — pregunté acercándome al sofá donde ella se encontraba fijamente mirando dibujos animados.

—no estaba tan cansada— dijo levantado la cabeza para darme un beso— no fue un día tan pesado— masculló acariciando mi rostro.

Rodeé el sofá para sentarme a su lado.

—hueles delicioso— susurré cuando ella se abrazó a mi torso— ¿tienes hambre? — ella negó con la cabeza.

—solo quiero abrazarte— dijo apretándose más a mí.

— ¿pasa algo, lucecita? — pregunté acariciando su pelo.

—solo estoy abrumada— respondió respirando hondo— Cristina nos tiene al borde de la locura con todo lo de su babyshower— yo rei ante su expresión— ¡no te burles! — se incorporó y me pegó en el hombro.

— ¡auch! — exclamé en un tono muy mal fingido.

—será este sábado y ella quiere que todo este fantástico— dijo abriendo los brazos— es increíble como en un año llegamos a esto— susurró volviendo a la posición anterior.

—recuerdo muy bien lo mal que ambas se llevaban— dije riendo— y también recuerdo las tantas veces en las que casi hiciste que me mordiera el pene.

—sí, sí, si— me interrumpió riendo— ya basta de esas memorias— rio y noté que su humor mejoraba, hasta ahora me di cuenta de que estaba afligida y sospecho que no es solo por el babyshower.

Duramos un rato en el sofá viendo como Tom volvía a darle carrera a Jerry y cada vez que lo alcanzaba siempre algo malo le ocurría. Nos reímos un rato hasta que ella se quedó totalmente dormida y yo tuve que tomarla en mis brazos y subirla a la habitación, no sé si es que ella se ha vuelto más ligera o que yo me he acostumbrado a tener que cargarla todo el tiempo; la dejé sobre la cama y la cubrí con su manta preferida, en tanto yo, me dirigí a darme una merecida ducha.

Coloqué algo de música suave, sé que a ella la ayuda a dormir y a mí me gusta sentir el ritmo de las canciones en el eco de toda la casa. Justamente cuando me iba a entrar a la regadera Aurora apareció en la puerta:

— ¿puedo entrar? — preguntó aun vistiendo su usual pijama.

—¿no se suponía que estabas dormida?—pregunté y ella sonrió.

AURORA© || ✔||Where stories live. Discover now