CAPITULO 18.

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(***)

—Aurora, vamos, tienes que comer algo— susurró Ezra detrás de la puerta de la habitación de Theo.

—no quiero nada— respondí sin fuerza alguna— solo quiero quedarme acostada en su cama y respirar su perfume.

—rori, no puedes durar otro día más así— esta vez era Maya— tienes que afrontar esto.

—no quiero— respondí sintiendo el mismo nudo en la garganta— y por favor no insistan, no quiero salir, me quedaré aquí.

—Aurora, no has tomado tus pastillas desde antes de anoche, y no has comido nada.

—no me importa— le grité— si yo hubiese estado con él nada de esto hubiese pasado.

—no sabes eso Aurora— respondió Ezra.

—sí, si lo sé— y finalmente mi voz se quebró— sé que hubiese evitado todo esto.

Mi pecho empezó a contraerse una y otra vez hasta que dejé salir ese grito ahogado que me estaba estancando la vida.

—debí dejarlo entrar en mi maldita habitación y que me besara— lloré con más fuerza— debí dejarlo abrazarme y no actuar como una estúpida celosa.

—no fue tu culpa...

— ¡si lo fue! — grité— si lo fue.

Las siguientes horas del día me quedé tumbada sobre sus sabanas azul marino, viendo un cuadro con una foto donde estaban Pandora, él y una mujer no muy mayor que supuse era su madre, las lágrimas empezaron a salir otra vez mientras miraba la profundidad de sus ojos azules.

¿qué haré si no vuelvo a ver esos ojos azules?

«¿cómo estás?» Ariana.

«Aurora no me odies» Ariana.

«le pedí que hiciera esto por mí, todo es mi culpa, lo siento» Ariana.

«por favor, no vuelvas a escribirme más» Aurora.

Me quedé dormida en eso de las cuatro de la tarde luego de que me cansé de recibir llamadas de mis padres, y de algunos conocidos de la universidad.

Soñé con los sus ojos azules profundos como el mar y su sonrisa, sus brazos sobre mi cuerpo, sus manos acariciando mi rostro, su aliento, su voz.

"Aurora, despierta" lo escuché decir.

No quiero, quédate, por favor.

"Aurora, ya es hora, despierta".

Theo no quiero.

"despierta".

Me levanté de golpe sintiendo como las gotas de sudor bajaban por mi rostro hasta mi cuello y en dirección hacia abajo.

—Aurora, ya despierta, tenemos que irnos— era Ezra.

—no iré a ningún lado.

—por favor, nos encontraremos con Pandora en el camino— comentó ya harto de mi actitud de niña pequeña— alístate y sal, es un camino largo el que tenemos adelante.

—y me lo dices a mi— me quejé.

Al final claudiqué y me di un baño, me puse unos jeans oscuros y una blusa azul cielo; me miré en el espejo y recordé toda esas veces que él se colocaba detrás de mí solo para decirme lo mucho que me amaba.

Te amo Theo River.

Luego de una hora ya nos encontrábamos de camino, ninguno emitió una palabra en todo el camino lo cual hizo todo más pesado.

AURORA© || ✔||Where stories live. Discover now