CAPITULO 17.

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(***)

Los tres estábamos sin decir una sola palabra de pie en el pasillo que daba a las habitaciones. La chica sonreía resplandeciente y como si el momento no fuese lo suficientemente incomodo no paraba de acariciarle el rostro a Theo y él se dejaba.

Luego de verme tan desencajada este quitó bruscamente la mano de la chica de su mejilla

—será mejor que te vayas Amara— le dijo lo suficientemente alto como para escuchar.

—yo...creo que...creo que mejor me voy yo— articulé saliendo de mi trance.

—Aurora, espera— Theo corrió hacia mí y me tomó del brazo haciéndome girar para que le viera de frente— hay muchas cosas que explicar, no te vayas.

—no necesito explicaciones— respondí demasiado tranquila— solo...solo necesito irme— dije con un nudo en el pecho.

Me solté de su mano y seguí bajando las escaleras, podía sentir sus pasos detrás de mí, no me sentía enojada, ni celosa y nada, en realidad no sentía nada más que una opresión en mí pecho, y ni siquiera sabía la razón por la que quería irme.

—la verdad es que no entiendo que pasa...— exclamó la rubia— ¿nunca le hablaste de mí? Qué pena Theo.

—Amara, por favor, cállate— le gritó mientras intentaba quitarme la bolsa de la mano.

— ¿podrías soltarme? — pregunté en un tono bajo— no quiero estar aquí.

—no quiero que te vayas— me miró con esos ojos azules y sentí que me desarmaba el alma— Amara...ella no es nadie, solo una parte de mi pasado que simplemente no me interesa— me tomó el rostro— Aurora, tu eres mi presente, tú eres mi todo.

—sabes— quité con brusquedad sus manos— ahora mismo no me importa— me miró desconcertado— sé que ella provoca algo en ti, y por la mirada que le diste sé que no es nada negativo, al contrario, la mirabas como si hubieses encontrado algo que amas tanto y alguna vez perdiste.

— ¿de qué hablas? — preguntó casi alzando la voz— ella no es nadie para mí en estos momentos.

—Mirate al espejo y díselo a la versión tuya que la miraba como su más grande tesoro.

Tomé mi bolso y salí sin decir más. Theo me siguió hasta la puerta, pero yo me volteé y lo señalé con furia:
—si te atreves a seguirme te juro que soy capaz de lanzarte en medio de la autopista— no lo dejé responder y empecé a caminar calle arriba.

Caminé un par de minutos hasta que estuve en una parada de autobús, había pedido un taxi, pero ha tardado mucho así que volveré al campus a la antigua.

El cielo empezaba a ennegrecerse más de lo normal, lo que anunciaba lluvia.

¡perfecto!

A mi yo indecisa solo le faltaba algo de lluvia para que decidiera si acostarse en medio de la autopista o lanzarse de la construcción que está cruzando la calle.

Mi teléfono sonó varias veces, tres de esas fueron de Theo, las demás de Ezra y Maya, quienes supongo, ya saben que me peleé con él.

Cuando las gotas de agua empezaron a caer con fuerza y el cielo se disparaba en ráfagas de luces sentí miedo, me sentí tentada a regresar con Theo y quedarme hasta que Ezra viniera por mí, pero no, no lo hago porque soy una terca e independiente.

El agua ya azotaba con fuerza en la pequeña cabina, los autobuses no pasaban y no me sentía con ganas de llamar a otro taxi; me quedé sentada en el mismo lugar durante quince minutos, mi celular aun sonaba sin cesar y yo ya estaba cansada.

AURORA© || ✔||Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ