CAPITULO 14.

272 58 3
                                    

(***)

Cuando llegamos a Nueva York faltaba más decir que Maya estaba tensa hasta los pelos; mis padres ya habían arreglado nuestra casa para la navidad y me sentí tan bien en volver al lugar donde crecí. Cuando entré a mi habitación en esta aun colgaban las fotos mías y de Maya cuando íbamos a la escuela, en una de ellas estamos Maya, Hugo, Ezra, Marissa y yo, y en ese momento me pregunté por Marissa, hace unos años se marchó a Londres junto a su padre y jamás he sabido de ella ni de su hermanastro Christian.

—bien, ya estamos en Nueva York, ahora necesito saber con pelos y señales todo lo que pasó entre Theo y tu— exclamó Maya sentándose en mi cama.

— ¿no le habrás contado a Ezra o sí? – pregunté mientras cerraba la puerta.

—aún no, espero a que tú lo hagas— sonrió.

—bien.

Di unas cuantas vueltas por la habitación antes de sentarme a su lado.

—exactamente ¿qué quieres saber?—tomé un respiro hondo—la verdad, no sé por dónde empezar a hablar— me encogí de hombros y ella solo asintió.

— ¿te has acostado con él?

—sí, eso creo.

— ¿eso crees? – me escudriñó con la mirada.

—está bien, si, pero solo un par de veces.

— ¿sientes muchas cosas por él? – sonrió mientras hacia esta pregunta.

—no...si...bueno, no lo sé— me puse de pie y empecé a caminar por la habitación.

—Aurora, soy tu mejor amiga... ¿te sientes enamorada de él? – pensé la respuesta por un momento, estaba más que clara que Theo en serio me gustaba, demasiado, pero como siempre no sé si soy lo suficientemente valiente para admitirlo— ¿sí o no? – me presionó.

—sí, en serio me gusta...pero, ambos nos herimos en cierto momento, él quiso terminar todo y luego de semanas de insistir e insistir que me perdonara, lo hizo, incluso me pidió perdón por ignorarme, pero ahora soy yo quien no quiere verlo— me senté por nueva vez— y por favor no sigas preguntando, no ahora— sentí como una lagrima caía por mi mejilla y ella se sentó a mi lado y me abrazó.

—lo siento— susurró mientras tenía sus brazo alrededor de mi cuello.


THEO.

Ver a Aurora anoche me trajo demasiadas cosas a la cabeza, sé que en estos momentos ha de estar en Nueva York con su familia e imaginármela con uno de sus usuales vestidos largos, su pelo marrón ondulado y esos ojos color miel que iluminan todo a su alrededor me hizo sentir como una mierda por lo que le dije.

Mamá y Pandora insistieron en que pasara navidad con ellas y el nuevo novio de mamá en Colorado, no me negué ya que si me quedaba solo en California lo más seguro que haría es tomar un vuelo a Nueva York y robarme a Aurora, plan que aún sigue en pie si el nuevo romance de mi madre es otro cretino.

— ¿en qué piensas? – preguntó Cristina mientras se cubría con mis sabanas.

—lo sabes muy bien, ni siquiera se para que lo preguntas— respondí poniéndome de pie con la intención de entrar a tomar una ducha.

—sabes— dijo incorporándose— Aurora no es la única mujer en el mundo...

—...pero si es la única por la que me trasnocho y siento miles de cosas al mismo tiempo— la corté— en serio debo de dejar de acostarme contigo— ante lo que dije su única reacción fue sonreír y luego habló.

AURORA© || ✔||Where stories live. Discover now