AURORA© || ✔||

CAPITULO 5.

(***)

Me desperté eran cerca de las cinco de la madrugada, apenas había dormido unas dos horas, jamás pensé que mi primera vez con Ander seria en la casa de sus padres en su cama de adolescente, él aun dormía como un bebé y me senté a admirar la tranquilidad del momento hasta que mi garganta me pidió agua; Salí de la habitación y con cuidado bajé las escaleras de espiral hasta el centro de la casa, me dirigí hasta la cocina, tomé un vaso y lo llené de agua, estaba sentada sobre la encimera cuando la mamá de Ander apareció y me miró con una sonrisa, yo iba a bajarme de la encimera cuando ella me detuvo:

—no, no tienes que bajarte, también es mi lugar favorito para sentarme durante la madrugada— se sentó a mi lado luego de tomar un vaso de agua— entonces Aurora, ¿de dónde eres?

Di un trago y respondí:

—soy de Nueva York, casi toda mi familia está allá, pero mis padres querían que estudiara en una de las mejores universidades de estados unidos y aquí estoy.

—de seguro fue un gran cambio para ti.

—para toda mi familia en realidad, mis padres se sentían solos en Nueva York así que nos acompañaron a California, viven a una hora de la universidad.

— ¿nos acompañaron? — preguntó curiosa.

—sí, tengo un hermano, es de la misma edad que Ander.

—increíble— lo dijo tan bajo como si hubiese sido solo para ella— me encantaría conocer a tus padres— esa afirmación me aceleró el corazón a mil, esta relación de la nada paso a ser algo demasiado serio.

— ¿que planean las dos mujeres más bellas del mundo— exclamó Ander desde la puerta de la cocina.

¡salvada por la campana!

—solo quería conocer a la chica que te tiene atontado cariño— exclamó ella.

—creo que tendrá que ser para otro día mamá, Aurora y yo tendremos que partir hacia la universidad ahora si queremos darnos un baño antes de ir a clase.

— ¡pero es viernes cariño! ¿no pueden saltarse las clases y quedarse el fin de semana conmigo? — preguntó haciendo morritos.

—mamá...— dijo acercándose a ella— créeme que es lo que más me gustaría, pero no puedo...no podemos.

—señ...Marina, Ander tiene razón, no podemos quedarnos, me hubiese gustado mucho conocerle más, créame.

Una hora después ya estábamos de camino al campus, Ander conducía con una mano mientras que con la otra sostenía mi mano, la noche había sido increíble, pero ninguno de los dos hablamos al respecto. Luego de un largo rato ya estaba en mi edificio, me despedí de él y subí.

Saqué mis llaves para abrir la puerta y para mi sorpresa la habitación estaba llena de cajas, lo único que quedaba sin desarmar y empacar era la cama, Cristina no se encontraba en la habitación, solo estaba Theo durmiendo entre las sabanas, al entrar azoté la puerta lo más fuerte posible y él se sobresaltó.

— ¿Cris eres tú? — preguntó restregándose los ojos.

—claro mi amor, y sabes que ¡terminamos! — fingí la misma voz chillona de Cristina.

—muy gracioso, Aurora— dijo, aunque aún no había levantado la cabeza para mirarme— aunque eso de que me llamaste amor sonó muy lindo de tu deliciosa boca.

—serás estúpido— exclamé dejando mi bolso sobre la cama y dirigiéndome hacia el espejo para recogerme el pelo.

—no tenías el pelo así anoche— dijo mientras me observaba andar por la habitación.